Sergio Affronti, CEO de YPF: «Tenemos que hacer una compañía más flexible y ágil»

El CEO de la petrolera de mayoría estatal habló sobre la reestructuración para reducir las pérdidas, el plan de inversiones para este año, las perspectivas de Vaca Muerta y la relación con el Gobierno. Sergio…

martes 13/04/2021 - 20:29
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El CEO de la petrolera de mayoría estatal habló sobre la reestructuración para reducir las pérdidas, el plan de inversiones para este año, las perspectivas de Vaca Muerta y la relación con el Gobierno.

Sergio Affronti, CEO de YPF desde fines de abril de 2020 y hombre de larga trayectoria dentro de la petrolera, respondió por escrito a una entrevista de El Cronista.  

– Tras el canje de bonos cerrado en febrero, ¿cuál es el estado de la compañía en materia de endeudamiento y sustentabilidad? ¿Está despejado el horizonte?

La compañía logró un exitoso proceso de renegociación de su deuda. A pesar de la complejidad del ejercicio que tuvimos que realizar, logramos despejar los riesgos que se generaron respecto a posibles incumplimientos de nuestros compromisos. Si bien en una primera instancia muchos actores de mercado dudaron de las intenciones de la compañía, a lo largo del proceso logramos demostrar la capacidad de escucha para comprender y atender las necesidades de nuestros inversores en la medida que sean compatibles con las posibilidades de largo plazo de YPF. Y esto se logró mediante un proceso de canje que se manejó en forma muy profesional y transparente, contando con la asistencia y el acompañamiento profesional de instituciones financieras y asesores legales de reconocido prestigio local e internacional.

Por otro lado, en términos de resultados, se alcanzó en primera medida el objetivo principal de la transacción en relación con el cumplimiento de las normativas cambiarias del Banco Central y, a su vez, logramos mejorar el horizonte financiero de la compañía, liberando recursos por alrededor de US$ 600 millones, que podrán ser destinados a inversiones productivas.

Ahora tenemos que ser muy eficientes en la asignación de esos recursos para obtener el máximo rendimiento, y comenzar un camino que le permita a la compañía volver a un sendero de recuperación y crecimiento de la producción de petróleo y gas.

– ¿Cómo ve el escenario del sector para este año y dónde pondrá el foco YPF? El plan de inversiones ascenderá a US$ 2700 millones según se dio a conocer, ¿sigue en pie?

El escenario de demanda energética a nivel mundial y local muestra una recuperación desde los niveles a los que había caído en lo peor de la pandemia. De todas maneras, no se han alcanzado todavía los niveles pre-pandemia y es difícil estimar cómo va a evolucionar el mercado.

A nivel local, en YPF nos proponemos un ambicioso plan de inversiones con foco en la producción de hidrocarburos; casi US$ 2100 millones del total de las inversiones serán destinados a apalancar la producción de petróleo y gas, tanto convencional como no convencional.

– ¿Cómo definiría la situación de la compañía hoy, luego del impacto de la pandemia? ¿Continúa el proceso de reestructuración y recorte de costos para adecuarla a la caída de ingresos sufrida en 2020 y las pérdidas de los años anteriores?

YPF está próxima a cumplir 100 años de historia. Durante todo ese largo camino se mostró siempre con capacidad para afrontar distintos desafíos. Fue pionera en muchos sentidos. Hoy está en un momento bisagra, en donde los que estamos en YPF tenemos que trabajar para hacer una compañía más flexible, ágil y capaz, que de manera rentable y sostenible pueda aportarle al país la energía que necesita para su desarrollo.

Yo diría que no es una reestructuración, es más profundo que eso. Es un cambio cultural y estratégico. Es cierto que la pandemia nos empujó a cuidar a la compañía en un contexto de fuerte caída de los ingresos. Pero fuimos más allá. Nos replanteamos la manera en la que veníamos haciendo las cosas, y buscamos nuevas formas de trabajar más eficientes, apalancándonos en la tecnología, la digitalización y el talento de nuestra gente.

– El Estado es el accionista mayoritario de la compañía, pero no el único. ¿Cómo es la relación hoy de la empresa con el Gobierno y en particular, con la política energética? ¿Está alineada con YPF?

YPF cuenta con un modelo único resultante de la Ley N° 26.741, por medio del cual 51 % de sus acciones se encuentran en manos del Estado Nacional y el 49 % restante se encuentra en manos privadas. Más allá de ello, el marco legal que nos rige establece que YPF debe operar como una sociedad anónima abierta, bajo los términos de la ley de Sociedades Comerciales. Asimismo, YPF viene cotizando como sociedad anónima en las bolsas de Nueva York y Buenos Aires de modo ininterrumpido desde el año 1993 a la fecha, con un management altamente calificado, y en su mayoría con muchos años de trayectoria en nuestra compañía u otras compañías del sector.

En definitiva, podemos afirmar que la relación es muy positiva con todos nuestros accionistas. El canje de deuda que encaramos este año demostró el fuerte vínculo de confianza que tenemos con ellos, que renovaron una vez más su voto de confianza para con YPF.

En cuanto a la política energética, considero que el Gobierno viene tomando decisiones muy relevantes en el mercado energético. El nuevo plan de estímulo a la producción de gas, por ejemplo, que ya está en plena ejecución, es una medida de suma importancia que dinamizará todo el sector, asegurando la disponibilidad de gas tanto para el consumo doméstico como para su eventual exportación. Y nosotros estamos apostando fuerte a consolidar nuestro liderazgo en la producción de gas del país.

Por otro lado, el reciente anuncio de impulsar una ley para la promoción de la actividad hidrocarburifera es otra señal en el buen camino de generar incentivos a la inversión.

– ¿Qué panorama observa para Vaca Muerta y el no convencional? ¿El precio actual del barril y la baja de costos en las perforaciones le devolvieron empuje a la formación? ¿Qué se necesitaría para que vuelva a atraer inversiones a gran escala y alcance su pleno desarrollo?

Vaca Muerta, tras la salida del ASPO, volvió a demostrar todo su potencial con niveles de producción que no habíamos visto en la zona núcleo del no convencional, integrada por nuestros bloques de Loma Campana, Bandurria Sur y La Amarga Chica. Incluso, hemos alcanzado récord de producción operada en febrero de 42.600 bbl/d netos, y tenemos en producción el pozo más largo en Vaca Muerta en Bandurria Sur, con 3800 m de rama lateral y 63 etapas de fractura.

Estoy convencido de que tenemos la capacidad de generar una segunda etapa de inversiones, que dispare un boom de producción de petróleo y gas que permita rentabilizar nuestros recursos y a la vez viabilice nuevos proyectos industriales de integración que generen importantes volúmenes de exportación con valor agregado y aumenten significativamente las divisas para el país, clave para su desarrollo.

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