Así lo revela el último sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública, de Roberto Bacman. Esos números son consistentes con el estado de ánimo reinante. Ocho de cada diez personas sienten bronca o tristeza contra solo un 17,7 de esperanzados.
En el sondeo Consenso Federal de Roberto Lavagna aparece con 8,9 por ciento, el Frente de Izquierda con el 2, Nos de Juan José Gómez Centurión con el 1,4 y José Luis Espert con el 0,8.
Según indica Página12, Bacman organizó una encuesta por muestreo probabilístico con abordaje presencial en hogares (es decir, no telefónica), de alcance nacional, con 1805 casos en todo el país y un error de 2,31 por ciento hacia arriba o hacia abajo. Los encuestadores fueron al campo de trabajo entre el 6 y el 15 de septiembre. Antes del aumento de la nafta de un 4 por ciento, para mencionar una novedad posterior.
En clave electoral, el estado de ánimo indica puesto en contexto indica según Bacman que “bronca más tristeza conducen a votar a una opción opositora que les brinde esperanza y seguridad”. Añadió el fundador de CEOP: “Frente a este panorama, es muy difícil para el oficialismo encontrar un eje de campaña que trascienda sus propios votantes, porque apenas alrededor del 20 por ciento se muestra esperanzado o contento”. Para Bacman “Es muy poco, demasiado exiguo, y representa a su núcleo duro, sostenido por el antiperonismo y el anticristinismo feroz”.
El estado de bronca es representativo de más de la mitad de la población consultada por el CEOP que pilotea el sociólogo Roberto Bacman. Nada menos que un 53,2 por ciento. La tristeza alcanza el 24,6 por ciento. Dice estar contento un pequeño porcentaje: 2,1 por ciento. Por edad, la bronca llega al 61,3 por ciento en la franja de 16 a 24 años. Por región, así se siente el 60 por ciento de los consultados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano.
“Lo más interesante, cuando faltan algo más de seis semanas para la realización de los comicios presidenciales del 27 de octubre, es que la economía sigue influyendo y ocupando de manera indudable el centro de la escena”, dijo Bacman. “No hay nada que se pueda hacerlo para evitarlo, porque así se dieron las cosas y así estarán el 27 de octubre.”
De acuerdo con el sociólogo, “los datos que se desprenden de esta encuesta son una comprobación empírica de que el mal humor social involucra a la mayor parte de los argentinos”.
“En este último mes, además, el humor social empeoró y las expectativas de los argentinos de que esta gestión pueda revertir la actual situación económica y social están encapsuladas, al menos hasta el momento, en sus propios votantes duros”, de acuerdo con el análisis de Bacman.
Por el contrario, Alberto Fernández genera expectativas de mejora. Con matices, eso sí. El 59,5 por ciento de quienes contestaron que las cosas mejorarán con Alberto Presidente se divide entre “mejorarán mucho” (16,6 por ciento) y “mejorarán algo”, con un 42,9 por ciento que puede resultar positivo para el eventual nuevo mandatario: la cifra mostraría que las expectativas no son desmesuradas. El salto de Fernández es notable si se lo compara con la expectativa registrada antes de las PASO del 11 de agosto. El “mejorarán” nucleaba al 44,5 por ciento. O sea que después de las PASO el optimismo en relación con AF subió 15 puntos. Los más entusiastas, con el 62,7 por ciento, revistan entre los 25 y los 39 años.
CEOP preguntó quién cree cada uno que ganará la elección, una medición cada vez más valorada por los especialistas en opinión pública. El 73,1 por ciento dijo que Fernández. Solo el 17,4 por ciento respondió que Macri.