Es la acusación de Marcos Nápoli y Héctor Iturrioz. “La política fue la llave maestra para sus apetencias espurias”. Consideraron que el 90% de los retornos fue para los funcionarios y el resto, para sostener Chubut Somos Todos.
Según publica el diario Jornada, desde la Unidad Anticorrupción se sostiene que la presunta asociación ilícita del Caso Revelación funcionó “con el aval expreso del gobernador Mario Das Neves”. Así consta en la acusación de los fiscales Marcos Nápoli y Héctor Iturrioz, que aguardan la audiencia preliminar para elevar el expediente a juicio oral y público.
En más de 350 páginas detalla el papel del exministro coordinador, Víctor Cisterna; el secretario privado Gonzalo Carpintero; el ex subsecretario de la Unidad Gobernador, Diego Correa; el exministro de Economía, Pablo Oca, y el exministro de Infraestructura, Alejandro Pagani. También de Diego Lüters y Pablo Bastida, además de 13 empresarios.
De acuerdo a la pesquisa, el 90% de los retornos que se cobraron a 70 empresas de la construcción se usaron para enriquecer a los funcionarios; el resto de la caja negra sostuvo la actividad partidaria de Chubut Somos Todos.
“El diseño de la empresa criminal fue una ingeniería minuciosa, gestada merced a razonamientos consistentes, férreos, donde nada fue dejado al azar o alumbrado por la improvisación”. Esta suma del “poder público de pago revela que era intención tener información absoluta, de todas las contrataciones y que nadie ose a sesgarla o retacearla; ya que implicaba conocer a quién y cuánto debía abonarse, y así poder calcular con precisión el tributo anómalo”.
El origen del mecanismo era “las más altas esferas del poder político provincial, comenzando desde el primer magistrado”. En tal sentido, “la bendición de las urnas les permitió encaramarse en la cúpula del poder, sitio vital para dar rienda suelta a sus apetencias espurias; sin la política nada podrían haber hecho, fue la llave maestra para asegurar la potestad de manejar de manera arbitraria los recursos”.
La acusación contiene varios mensajes comprometedores del grupo entre sí y con terceros que según los fiscales, prueban su organización.
Uno de los primeros mensajes de texto comprometedores fue de Cisterna para Oca, en diciembre de 2015, apenas asumidos: “Otro con bolilla negra: CD Construcciones y LAL”, avisó.