La derrota 8 a 2 frente al Bayern Munich por los cuartos de la Champions League desató la debacle en el club, que ya se venía gestando de antes. Hasta los históricos quedaron en la mira de la afición y a Luis Suarez ya le mostraron la puerta de salida. Entre tanto lío, ahora es Messi quien querría irse del blaugrana.
Lo cierto es que la estrepitosa caída ante el equipo alemán por el máximo torneo continental solo fue el golpe de gracia a un club que venía tambaleando hace meses, y podría decirse que hasta años atrás.
La falta de un título importante –esta categoría está especialmente reservada para la Champions League- no pudo ser tapada con ligas o copas del rey, porque la vitrina de un club tan grande ya acusa la ausencia de un renovado trofeo de Europa (el último fue en 2015, de la mano de Messi, Suarez y Neymar).
Es así que en cierto modo, Messi se había tomado personal el desafío de devolverle la gloria al club blaugrana pero, decepción tras decepción y viendo al máximo rival coronarse en 3 de 5 ediciones, parece que Lío está resignado…
Pasaron directores técnicos, refuerzos estrellas, inversiones millonarias y el resultado no cambió: al Barcelona se le seguía negando la Champions pero encontraba cierto “alivio” en la Liga Española (ganando 3 en los últimos años) y la Copa del Rey (4 de 5).
Por esta razón, la afición blaugrana quiere sangre nueva, y a muchos no les interesa quien deba irse del club para lograr una renovación. Desde la dirigencia entendieron el mensaje y agarraron la escoba: el primer apuntado de renombre para irse es Luís Suarez.
A las oficinas del club llegó una oferta por el goleador uruguayo, a la que, dicen los medios españoles “se le comunicó al representante que tienen que estudiar esta oferta sí o sí porque el jugador el año que viene no puede ni tiene que continuar en el club. El representante le hizo saber al jugador que la voluntad del club es que no esté en la plantilla”.
Además, según adelantó el medio español Mundo Deportivo, basándose en las informaciones que surgieron de RAC1, el capitán del Culé y mejor jugador del planeta habría insinuado que se ve “más fuera que dentro” del proyecto que tiene planeado el DT holandés, lo que podría haber sido motivado por la decisión de “limpiar” a Luis Suarez, íntimo amigo del astro argentino.
Las cosas en el club catalán están muy poco claras, pero al rojo vivo. En las próximas semanas se verá el efecto de esta debacle que se pronunció mucho más en la histórica derrota por 8 a 2 frente al Bayern Munich. El mundo del futbol está alerta para ver cuál será la decisión final de Messi y si en la próxima temporada se lo verá vestir otra camiseta.
