Una gran consternación invadió al mundo del fisicoculturismo este jueves al conocerse la noticia de la muerte de Illia Golem, más conocido como “El Mutante”. El checo tenía tan solo 36 años y en las redes sociales lo señalaban como “más monstruoso” de la disciplina, a pesar de que no competía de manera profesional, debido a su enorme tamaño y al tipo de dieta que llevaba.
Según un artículo de la revista Men’s Health, Golem medía 1.85 metros y llegó a pesar 165 kilos. Por el momento se desconocen las causas de su muerte, pero algunas de las hipótesis señalan que puede ser otra víctima del synthol, un anabólico que se inyecta directamente en el músculo, o de la tremenda dieta diaria que necesitaba ingerir para alcanzar sus objetivos.
“El Mutante” hacía unas siete comidas diarias que equivalían a 16500 calorías. En total, consumía más de 100 piezas de sushi y casi tres kilos de carne de ternera. En sus platos no faltaban la avena, el arroz y el queso en distintas variedades.
Cómo era la dieta de Illia Golem, según Men’s Health
- Comida 1 (8:00am): 300 gramos de avena en copos.
- Comida 2 (11: 00 am): 3 platos de sushi de 36 piezas cada uno. (1600 gramos de arroz, 800 gramos de salmón).
- Comida 3 (1:30 pm): 1300 gramos de ternera y un postre de crepes con helado.
- Comida 4 (3:40 pm): 500 gramos de arroz, aceitunas, omega 3 y un bowl de pasta fresca.
- Comida 5 (4:50 pm): 200 gramos de queso y 300 gramos de pasta.
- Comida 6 (7:30): Otros 1300 gramos de ternera y 700 gramos de queso cottage.
- Comida 7 (9:15): 14 tortitas de avena con jarabe de arce.
El duro testimonio de Illia Golem antes de su muerte
En sus redes sociales, Golem decía abiertamente que se “estaba jugando la vida”: llegó a inyectarse 50 unidades insulina para poder comer la gran cantidad de comida de forma muy seguida, una práctica que le permitía aumentar de una forma más rápida la masa muscular y la fuerza.
El checo tenía un canal de YouTube de casi 50 mil suscriptores, donde hablaba sobre el uso de esteroides y otras sustancias que, contó en reiteradas oportunidades, él consumía en cantidades extremas. “Si se lo dicen a alguien te dirá que estás loco, que te querés matar”, había dicho en más de una ocasión.