
Las fuertes lluvias de las últimas semanas hicieron merma en el asfalto en diferentes sectores de la ciudad, en algunos casos acumulando barro y basura en la calzada y en otros directamente socavándolo.
En el camino Roque González, el carril que va en dirección sur-norte se vio reducido debido al agua que pasó por allí y erosionó el borde de la vía.
Esto generó que, además de que se reduzca la dimensión del carril haciendo que los conductores tengan que tirarse hacia la otra mano en algunas ocasiones, el borde entre el asfalto y la banquina quede muy filoso.
Un conductor lo sufrió en carne propia cuando circulaba en el sector y mordió la banquina, rompiendo los neumáticos del lado derecho (acompañante) de su vehículo por lo filoso del borde y casi perdiendo el control del auto.
Afortunadamente pudo sostener firmemente el volante evitando así una tragedia, pero advirtió en diálogo con El Comodorense que se requiere una solución urgente al problema en el sector para evitar futuros accidentes.