El bahiense decidió colgar los botines. Una carrera que empezó en Bella Vista y terminó en Italia.
La trenza volando a la par de su velocidad fue una de sus marcas registradas. La habilidad, gambeta y el gol, también. Rodrigo Palacio decidió dejar el fútbol, al que tanto le dio, y se retiró tras más de dos décadas al lado de la pelota. Ocho títulos en Boca, subcampeón del mundo con la Selección y 13 años en Italia.
La carrera de Palacio, club x club
A los 40 años, Palacio le puso fin a su carrera, esa que empezó en Bahía Blanca, su ciudad natal, defendiendo los colores del Club Bella Vista, donde hizo Inferiores y se dio el lujo de debutar en Primera (en 2001, a sus 19 años). Luego pasó a Huracán de Tres Arroyos: estuvo dos temporadas, pero ahí empezó a llamar la atención de los grandes de Argentina y de Europa también. Ver más
Banfield fue su tercer club, en el que dio el primer gran salto y también club en el que comenzó a jugar torneos internacionales, como la Copa Sudamericana. Boca, que ya lo venía siguiendo de cerca, fue con todo por el bahiense y se lo llevó en el 2004. Ahí empezó una historia dorada tanto para Rodrigo como para el Xeneize.
Los números en Boca hablan por sí solos. Ganó ¡ocho títulos! en cinco temporadas: Apertura 05, Clausura 06 y Apertura 08, entre los torneos locales, y Recopa 05, Sudamericana 05, Recopa 06, Libertadores 07 y Recopa 08, entre las copas internacionales.
Palacio, campeón en Boca.
Palacio no solo fue clave desde su impronta en el equipo, siendo un segunda punta con velocidad, desequilibrio y llegada, sino que también aportó goles importantes, algo que en algún momento se le criticó. La metió en la final de la Sudamericana 2005 (cinco goles en todo el torneo), otros tres al San Pablo en la Recopa 2006 (dos en la ida y otro en la vuelta), abrió la final de la Libertadores 2007 vs. Gremio, sumó dos en la Recopa 2008…
Para completar su etapa en Boca, en la que formó grandes sociedades con Martín Palermo y Juan Román Riquelme, nada menos, Palacio fue subcampeón del Mundial de Clubes 2007, donde el Xeneize no pudo con el Milan, pero el bahiense, que también hizo un gol en la final. se llevó un premio: fue Balón de Bronce, galardón que le dan al tercer mejor jugador del torneo.
En el 2009 partió al Genoa para iniciar una larga carrera en Italia. Allí estuvo tres temporadas, hasta que lo compró el Inter, nada menos. Luego de cinco temporadas en uno de los grandes de Europa, pasó al Bologna. Su carrera la cerró en el Brescia, jugando en la Serie B. En Italia no pudo ser campeón pero se volvió con un récord: el jugador de mayor edad en marcar un hat-trick en la liga italiana (39 años y 86 días).
Contando los ocho clubes en los que jugó, son 247 goles, nada menos, en 738 partidos. Un promedio de 0,34 tantos por encuentro.
Su paso por la Selección
La Selección merece una mención aparte. Su historia con la Celeste y Blanca empezó en el 2005, cuando debutó ante México, en un amistoso en Los Ángeles. Pekerman fue el primero que lo citó. Ese mismo año entró un rato contra Bolivia, ya por Eliminatorias. Su tercer partido ya fue en un Mundial. Sí, en Alemania 2006 formó parte de la lista y sumó minutos vs. Costa de Marfil, por la fase de grupos.
Al año siguiente fue a la Copa América que se jugó en Venezuela. Allí participó de dos partidos (vs. Paraguay y México). Su primer gol llegó en las Eliminatorias rumbo al Mundial 2010: con Basile de DT, Palacio entró vs. Ecuador en el Monumental y empató el partido a los 90′. En un minuto la metió.
Gol vs. Ecuador.
No fue a Sudáfrica 2010 y en las Eliminatorias siguientes, ya en 2011, con Sabella en el banco, regresó a las convocatorias. Jugó varios partidos, la mayoría entrando desde el banco, y la volvió a meter, ahora ante Perú.
Su segundo Copa del Mundo fue en Brasil 2014, el subcampeonato. Entró en cinco de los siete partidos de la Selección, en todos ingresando desde el banco. Era la primera opción luego de los titulares (reemplazó a Lavezzi en varios encuentros, por ejemplo).
De ese Mundial quedó el sabor amargo de perder la final y para Palacio, una frase que lo perseguirá porque no tuvo revancha. El famoso «era por abajo» luego de definir por arriba de Neuer y que la pelota termine afuera. Por abajo no fue su carrera, al contrario: tocó techos altos de rendimiento, triunfó en Boca, nada menos, y brilló en Italia. Por arriba.
