Con la economía en negro casi congelada, personas y empresas acumulan dinero físico. En el Gobierno confían en que el fenómeno impida un traslado a inflación de la mayor emisión monetaria, pero en el corto plazo. Cuando la cuarentena termine, va a haber que sacar dinero de circulación.
El aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno Nacional volcó a las familias y empresas hacia el uso de dinero en efectivo en dimensiones sin precedentes para esta parte del año. La necesidad de contar con billetes para hacer frente a gastos de primera necesidad tuvo su principal manifestación en las aglomeraciones de jubilados, pensionados y beneficiarios de otras asignaciones de la Anses el viernes pasado, el error no forzado que afectó los esfuerzos por mantener a raya el ritmo de expansión del coronavirus COVID-19. Pero llega más allá, en la medida en que las personas acumulan billetes de una manera similar a la que se vio con productos alimenticios o de limpieza en los primeros días de la enfermedad, poniendo presión al sistema y hasta a la casa de la moneda para mantener el abastecimiento de billetes.
El efectivo en poder del público, el que está en manos de personas y empresas fuera de los bancos, llegó el 6 de abril pasado a $1,119 billón, un récord nominal histórico que si bien se explica en buena medida por inflación implica una disparada de la cantidad de billetes físicos en las calles que no se condice con esta parte del año.
Las comparaciones son difíciles por el efecto de la inflación sobre los valores nominales, pero de todas formas son elocuentes.
En sólo 10 días hábiles, desde la imposición de la cuarentena obligatoria, salieron a la calle $88.598 millones de pesos en billetes. El cambio en la preferencia por efectivo es dramático: en los 10 días hábiles previos, la cantidad de dinero en poder del público había caído en $2.189 millones. Y en todo el año hasta el día previo al decreto de distanciamiento social, $22.613 millones habían sido demandados por personas y empresas.
Más números que permiten dar una dimensión de lo que pasó en los cajeros automáticos de todo el país. Al 6 de abril de este año, último dato disponible, la cantidad nominal de efectivo en poder del público había crecido 11,02% en comparación con el primer día del año. Lo normal a esta altura del año es que el monto nominal de dinero físico en la calle sea menor a la de inicio de año, luego del pico de demanda de dinero de cada mes de diciembre.