Moyano dijo que siempre estuvo dividida y Lescano lo acusó de tener una actitud violenta. La brecha entre el líder cegetista camionero y los ‘Gordos” se agranda paulatinamente.
En medio de la tensión interna de cara a las elecciones sindicales, Moyano se defendió de las acusaciones de personalismo y cargó contra los Gordos. Lescano dijo que, si el secretario general mantiene su postura, el congreso podría “ser una batalla campal”.
La mentada unidad en la CGT no aparece como una posibilidad real en el horizonte. El titular de la central obrera, Hugo Moyano, aclaró ayer que “la CGT siempre estuvo dividida”, aludiendo a la imposibilidad de que los dos bloques que se encuentran en pugna –moyanistas y antimoyanistas– confluyan en una sola lista de cara al congreso que el 12 de julio sesionará en Ferro y donde se elegirá a la nueva cúpula sindical. Por su parte, el opositor Oscar Lescano, de Luz y Fuerza, acusó a Moyano de tener “una actitud violenta”, por lo que su sector no participaría en la elección.
“Estos muchachos que dicen que Moyano es personalista lo único que no pueden decir es que yo entregué a los trabajadores como hicieron ellos”, atacó con dureza Moyano directamente a los Gordos, encumbrados en la CGT durante las presidencias de Carlos Menem. La CGT cursa una de las internas más intensas de los últimos años. Con el alejamiento de Moyano de las políticas del gobierno nacional, las diferencias se profundizaron y los sectores históricamente enfrentados al camionero saltaron al escenario y conformar una coalición en su contra. El Gordo Lescano aseguró ayer que “hay antecedentes de lo que puede suceder” si no se llega en unidad a la elección, por lo que insistió en que había que “tratar de evitarla”.
La interna de la CGT se calienta cada día un poco más. El miércoles pasado se realizó el Comité Central Confederal (CCC) en la sede de Azopardo sin la presencia de la oposición, que realizó una presentación judicial alegando ilegalidad en la convocatoria. El CCC se llevó adelante sólo con el moyanismo presente, que según sus cuentas logró reunir al “sesenta por ciento de los delegados”, por lo que se ratificó el orden del día que se tratará en el congreso de julio. Los antimoyanistas –Gordos, independientes, barrionuevistas y otros no alineados– se habían reunido el día anterior para cerrar su ausencia en el CCC, pero también para difundir una solicitada en la que convocaban a la unidad del movimiento obrero.
“¿Por qué no dicen que el mínimo no imponible (para pagar Ganancias) es un impuesto al trabajador, por qué no dicen que las asignaciones son una discriminación a los padres trabajadores?”, preguntó el camionero sobre el discurso de sus contrincantes, que en su último encuentro emparentaron su agenda de reclamos salariales a la del moyanismo. “Hace ocho años que no aparecen en la CGT, nunca aportaron gente a las movilizaciones, nunca aportaron nada”, insistió Moyano apuntando al sector de los Gordos que a partir de la llegada del camionero a la cima de la central obrera se apartó pese a tener cargos en el concejo directivo.
“Moyano ya dijo que de la CGT no lo saca nadie. Eso es una actitud violenta, una actitud agresiva”, se quejó Lescano sobre los dichos del titular de la CGT. Desenfundó también las denuncias realizadas contra Moyano por convocar al CCC en una reunión de concejo directivo sin quórum al señalar que “si la Justicia le dice que se tiene que ir, ¿no lo saca nadie? ¿Qué quiere decir? Si vamos a ir a un congreso con ese pensamiento, seguro que va a ser una batalla campal”. El dirigente de Luz y Fuerza hacía referencia a los enfrentamientos en los que terminaron distintas reuniones para elegir autoridades en la CGT. El candidato que impulsa el espacio opositor a Moyano por ahora es el metalúrgico Antonio Caló. Pero aún así Lescano explicó que el bloque antimoyanista determinará quién enfrentará a Moyano “una semana antes de las elecciones”.
Por lo pronto, Moyano continuará estos días reteniendo espacios de poder en el mundo sindical. Hoy asistirá a la asunción de Juan Carlos Schmid, aliado e integrante de su mesa chica, al frente de la Confederación Argentina de trabajadores del transporte que estaba en manos del taxista Omar Viviani, antiguo aliado de Moyano, ahora opositor.
Fuente: Página/12
