El Gobierno nacional apuesta a una reactivación para el segundo trimestre de 2019 que acompañe la campaña electoral de Mauricio Macri para Presidente. Creen que la ayuda del FMI y la sanción del Presupuesto 2019 despejará el camino y reestablecerá la confianza. Pero el último informe de la consultora Economía y Regiones advierte que la caída del PBI en 2018 tendrá un arrastre decisivo en 2019, condenando a la prometida reactivación y llevando a fines del año que viene a una caída del nivel de actividad del -2,3% “más chico que el que había dejado Cristina Fernández en diciembre de 2015”. Con esas perspectivas, sumadas a la presión tributaria que será récord en la historia argentina, la recesión se acentuará y acarreará una suba de los despidos.
Durísimo informe de la consultora Economía y Regiones (EyR) sobre las perspectivas para lo que resta del 2018, pero especialmente sobre lo que se espera para 2019, año electoral decisivo para reelección a la que aspira Mauricio Macri y que necesitará de una mejora económica, que ya viene prometiendo para el segundo trimestre del año que viene.
En Cambiemos creen que la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmada el viernes pasado mediante la aprobación del segundo acuerdo por parte del directorio del organismo y la sanción del Presupuesto 2019 que implica un fuerte recorte del gasto con suba de impuestos, mejorará la recaudación el año que viene, la confianza por parte de los mercados y promoverá una reactivación de la economía par a el segundo trimestre, en medio de la campaña electoral.
Sin embargo, EyR advierte en su último trabajo que el arrastre de la caída del PBI este año hará que los pronósticos optimistas del Gobierno para 2019 sean muy negativos. La consultora señaló que “el nivel de actividad de 2018 ya está ‘jugado’. Nuestro escenario base plantea una caída del PBI de -3,0% para 2018. El problema es que esta dinámica condiciona e impacta negativamente la performance de 2019. Concretamente, la dinámica del PBI en 2018 deja un arrastre estadístico negativo del orden de -1,9% para 2019. Mirando para delante y planteando un escenario no pesimista para 2019 con variaciones (desestacionalizadas) positivas desde el segundo trimestre, el pbi caería alrededor de -1,5%”.
Y para fines de 2019, cuando se realice un hipotético balotaje y asuma el nuevo gobierno, EyR pronostica que “en diciembre 2019, a fin del actual gobierno de Cambiemos, el nivel de actividad sería -2,3% más chico que el que había dejado CFK en diciembre 2015”.
“Otra manera de visualizar que nuestro escenario base para 2018/2019 no es pesimista, sería compararlo contra la estimación del FMI que, siendo socio y financiador de última instancia del actual gobierno, plantea una contracción de -1,6%”, recuerda Economía y Regiones.
A continuación, los párrafos salientes del informe:
“Más allá de los números y las estadísticas, el análisis económico anticipa un 2019 negativo, que incluso podría llegar a ser peor que -1,5%. El proyecto presupuesto 2019 podría abrir la puerta para que en 2019 el PBI cayera más que -1,5%. ¿Por qué? Porque la política fiscal del Presupuesto 2019 plantea un ajuste del gasto y una suba de impuestos, que no tiene como contrapartida un aumento de la inversión que sirva para amortiguar los efectos recesivos de un menor consumo (por suba de impuestos) y un menor gasto (por ajuste). Hasta las exportaciones, supuestas ganadoras de la suba del tipo de cambio real, se verán negativamente afectadas por la suba de las retenciones”.
“El oficialismo no podrá acceder al rebote y a un número positivo de PBI en el próximo año electoral, como sí sucedió en 2013; 2015 y 2017. En definitiva, el gobierno de Cambiemos dejará un escenario negativo que no se experimenta hace más de 15 años, dos años consecutivos con caída de PBI. Es decir, el escenario del nivel de actividad económica de los próximos trimestres será muy duro, ya que implica una prolongación de la recesión, más larga que en los últimos años, con una sucesión de números negativos que se adicionan sobre otros números negativos. En este marco, la “sensación térmica” en materia de ventas, retornos y producción será muy negati va durante los próximos meses”.
“En este contexto, no puede sorprender que de aquí hacia los próximos trimestres las empresas perciban que enfrentan el peor escenario económico de los últimos años. Puntualmente, nuestro escenario base implica que, en diciembre 2019, a fin del actual gobierno de Cambiemos, el nivel de actividad sería -2,3% más chico que el que había dejado CFK en diciembre 2015”.
“La demanda de dinero puede complicar el escenario. Una mayor caída de la demanda de dinero, que es un fenómeno y riesgo probable, potenciaría también más la recesión; y la variación del PBI, en este caso, podría terminar siendo peor que -1,5%”.
“Por un lado, menor demanda de dinero es menor oferta agregada y luego, menos demanda agregada. Se demandan menos pesos, se invierte y se compran menos insumos y bienes intermedios, con l o cual se produce menos y se despiden trabajadores. Se contrae la oferta agregada y se alimenta el aumento del nivel general de precios. Del otro lado, la caída de la demanda agregada tan sólo sirve para amortiguar parcialmente la aceleración del proceso inflacionario”.
Y concluye para Macri que “la segunda mitad del gobierno deja un escenario complicado y poco alentador para 2020, es decir para el primer año del próximo gobierno. A fin de 2019 el sector privado enfrentaría la máxima presión tributaria de la historia, lo cual hace casi imposible ganar dinero y tener perspectivas de invertir y hacer negocios”.