El hombre iba al hospital para acompañar a su esposa en la cesárea, pero presenció un delito en el que intervino y redujo al ladrón.
Roberto se encontraba camino al hospital en Rosario para acompañar a su esposa, que tenía programada una cesárea para el nacimiento de su hijo.
En el camino, presenció un violento episodio en el que un ladrón atacaba a una mujer para robarle, y decidió intervenir.
Fue así que no lo pensó y redujo al ladrón en el suelo hasta la llegada de la policía, ayudando a la mujer que estaba siendo asaltada en ese momento.
“Que Dios y mi familia me perdonen”, dijo luego, sin arrepentirse de no haber hecho la mirada a un costado mientras una ciudadana era violentada por otro sujeto en otro episodio de delincuencia.
«Estaba yendo al sanatorio para la cirugía de mi señora cuando me interceptó una doctora y me dijo que un hombre que estaba ahí le había robado. Entonces lo perseguí en contramano, lo alcancé, me bajé y lo tumbé a las trompadas», describió sobre ese momento.
