Lo comentó el secretario de Pesca de Chubut, Adrián Awstin. Es la valuación estimada sobre las toneladas de langostino que no se pudieron procesar en medio del conflicto del empresariado y el SOMU que impide a los barcos congeladores salir a pesca y que afecta indirectamente a otros sectores de la industria. “Deben dejar de lado la manera tóxica de negociar”, sostuvo el funcionario sobre el conflicto nacional.
“Hace tres meses comenzaron las negociaciones, algunas presenciales y otras vía Zoom, el SOMU con el sector empresarial; la cámara de Mar del Plata que se llama CEPA, la CAPIP de Chubut y la CAPECA de Santa Cruz, que se dedican a los barcos congeladores que pescan langostinos y los procesan a bordo. Este es el único sector que está en conflicto”, explicó Awstin a Radio 3 Cadena Patagonia.
“No se han podido poner de acuerdo, porque hay diferentes posturas encontradas entre el gremio y los sectores empresarios, que aducen que el negocio del langostino como se venía dando se ha derrumbado en el mundo, mientras el sindicato exige que se cumpla el Convenio Colectivo de Trabajo tal cual está firmado hasta el día de hoy, sin posibilidades de encontrarse en un punto medio”, precisó.
“Ha ido escalando el reclamo, al punto que hoy lo sufrimos en Chubut, sobre todo en Madryn. Había rumores de que hoy comenzaría una fuerte manifestación en Mar del Plata y es inminente que suceda lo mismo en Santa Cruz”, lamentó Awstin.
“Hemos estado en contacto con todos los funcionarios de nivel nacional para que intenten mediar en este conflicto, para que generen la Mesa de Diálogo, convencerlos con distintas alternativas para que avancen en una solución, pero hasta acá no se ha podido lograr”, señaló.
“Perdemos absolutamente todos; el país, la provincia, los trabajadores, los empresarios, no solamente dinero, sino posicionamiento a nivel internacional, porque aunque la demanda haya bajado, algo siempre piden. Se han ganado mercados con mucho esfuerzo en los últimos 10 años y cuando no hay para cubrir la demanda, esos mercados se pierden y después cuesta muchos años recuperarlos”, cuestionó.
Más tarde la CAPIP expresó en un comunicado que “hasta la mañana de este domingo se encontraban parados 34 camiones con un total de 800 cajones de 18 kilogramos cada uno, lo que totalizaban 490.000 kilos de langostinos que corrían el riesgo de ser desperdiciados y tirado a la basura si no pueden ser procesados”.
“En algún momento hablamos con autoridades gremiales para ver si existía la posibilidad de regalárselo a la gente para que fuera aprovechado, con tanta necesidad, es muy feo dejar podrir mercadería de estos valores”, sostuvo Awistn.
Aseguró que “hemos estado desde el primer momento del conflicto reunidos infinitas veces con autoridades de todo tipo, con los marineros independientes y otros nucleados en el SOMU, y también con otros gremios que están afectados indirectamente”.
“Si no llega la mercadería a las plantas pesqueras no puede trabajar la gente del STIA y si los barcos van a otra parte no pueden descargar los estibadores de Chubut, la familia de la pesca es muy amplia y todos están afectados por este conflicto”, fundamentó.
“No existe un decreto o una ley en Chubut que pueda superar este conflicto, esto debe ser solucionado a través del entendimiento de las partes, los empresarios y el gremial tienen la responsabilidad y la obligación de llegar a un punto intermedio que permita seguir pescando”, argumentó.
“Hay que dejar de lado, y me hago cargo, la manera tóxica de negociar paritarias, dejan literalmente de pescar y se resignan importantes remuneraciones del lado del trabajo y ni hablar del empresariado. Hay que buscar una forma de discutir pescando, aunque la solución no sea tan rápida, pero que no se afecte el recurso y los mercados”, sentenció Awstin.