La cantidad total de trabajadores registrados cayó en octubre hasta los 12,2 millones, casi 120.000 menos que en el mismo mes de 2017, lo que significa una caída de 1% en términos interanuales.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Producción y Trabajo sobre la base del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el décimo mes del año se sumaron 6200 empleados formales en relación a septiembre (un 0,1% más), pero el cambio mensual desestacionalizado registró una baja de 0,3%.
Lo que más pesó en este indicador fue la retracción en el sector privado: en octubre se perdieron 7600 trabajadores formales respecto a septiembre, con un retroceso de 0,1% mensual, que se eleva a 0,4% en la medición desestacionalizada y 0,7% de caída en la comparación con el mismo mes del año pasado (62.200 empleados menos en doce meses).
Los asalariados del sector privado totalizaron 6.185.300, con un crecimiento de 9300 en octubre, que representa una suba de 0,2% mensual, una baja de 0,4% desestacionalizada y un descenso de 1,1% en el interanual (69.900 trabajadores menos) –según publica El Cronista-.
Uno de los datos que se presentaron ayer en el Ministerio de Producción y Trabajo muestra que las provincias oficialistas o alineadas en mayor medida con el Gobierno nacional tuvieron más crecimiento del empleo, al tiempo que en los territorios opositores se registraron las caídas más fuertes.
En la medición interanual, las mayores subas en la cantidad de asalariados privados registrados ocurrieron en Jujuy (5,3%, gobernada por el radical Gerardo Morales), Neuquén (4,4%, comandada por Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino -MPN-), Corrientes (0,8%, del radical Gustavo Valdés) y Mendoza (0,7%, del radical Alfredo Cornejo).
En cambio, en la variación acumulada de los últimos meses, las reducciones más fuertes se observaron en las provincias peronistas de La Rioja (-6%, gobernada por Sergio Casas), Catamarca (-3,7%, de Lucía Corpacci), Santa Cruz (-3%, de Alicia Kirchner) y San Luis (-2,5%, de Alberto Rodríguez Saá).
Según explicó José Anchorena, Director Nacional de Estadísticas y Estudios, octubre es habitualmente uno de fuerte creación de trabajo, por eso pese a que hubo 6200 empleos más que en septiembre, al desestacionalizar el índice eso representa una retracción de 30.900 empleados registrados.
Entre las aclaraciones, el informe de Producción y Trabajo indicó que el Ministerio de Agroindustria encaró un reempadronamiento del Monotributista Social Agropecuario (MSA) entre el 2 de julio y el 10 de agosto, lo que produjo «una interrupción temporaria» y «una disminución de 47.900 trabajadores», sin que hasta ahora se haya observado un reempadronamiento significativo.
Tendencia negativa
La tendencia para noviembre, estudiada en la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) también es negativa.
En el total de aglomerados, el empleo retrocedió un 2% interanual y un 0,1% mensual frente a octubre.
Anchorena señaló que en noviembre en el Gran Buenos Aires la variación mensual fue de -0,2%, mientras que en el Interior hubo un pequeño crecimiento de 0,1%.
De esta manera, el funcionario sostuvo que en el Interior se verá una importante recuperación en el primer trimestre de 2019, mientras que en el Gran Buenos Aires la mejora de indicadores se hará notar en el segundo trimestre del año que viene.
Para Anchorena, «la estabilidad de la macroeconomía, la mejora del salario real y el superávit de la balanza comercial» serán los motores de la recuperación del empleo y la actividad en 2019.
Incluso, arriesgó que entre abril y julio del año próximo las paritarias interanuales sumarán un 40% en promedio.
Asimismo, la evolución mensual de las expectativas netas empresarias sobre sus dotaciones en los próximos tres meses para noviembre exhibió que en los aglomerados urbanos existe una paridad entre las empresas que planean aumentar su personal y las que piensan disminuirlo.
Se trata de una baja de 1 punto porcentual en relación a octubre, que según explicó José Anchorena, Director Nacional de Estadísticas y Estudios de la Secretaría de Trabajo y Empleo, es habitual en todos los meses de noviembre de cada año, por la reducción en la actividad de la construcción durante el último bimestre.
En septiembre, peor mes de la crisis, la expectativa era negativa en 0,5%, informó Trabajo.