El desliz lo protagonizó un trabajador, que por culpa de una borrachera, dejó al descubierto información de todos los residentes de su ciudad.
Amagasaki, una pequeña ciudad en Japón cercana a Osaka, consiguió un inesperado protagonismo esta semana tras un incidente que puso en peligro los datos privados de todos sus habitantes. El culpable de la posible filtración fue un empleado de una empresa contratada por las autoridades locales, que perdió un pendrive en medio de una borrachera, según publica TN.
El sitio Vice, informó sobre esta historia, donde un trabajador llevó de su oficina una unidad de almacenamiento sin permiso de sus superiores. Su intención, era continuar trabajando desde su casa, desoyendo las buenas prácticas y los contratos de confidencialidad involucrados.
Este hombre, cuya identidad no fue revelada, es empleado de Biprogy, una firma que fue contratada por el gobierno de Amagasaki para indagar qué hogares cumplen con los requisitos para obtener subsidios y exenciones impositivas.
Luego de tomar el dispositivo, decidió pasar por un bar antes de ir a su casa. Se embriagó, y se quedó dormida en la calle. Allí, perdió el maletín que contenía el pendrive.
¿Qué datos quedaron expuestos por culpa de una borrachera?
La unidad de almacenamiento contenía nombres y apellidos, fechas de nacimiento, direcciones, datos fiscales y números de cuentas bancarias de los 465.177 habitantes de Amasaki.
Luego del hecho, la compañía Biprogy, denunció a la policía el extravío de la unidad de almacenamiento.
Por otra parte, las autoridades de Amagasaki, que habían entregado ese paquete de información sensible bajo un contrato de confidencialidad, debieron publicar un comunicado de prensa para explicar lo sucedido y disculparse con los residentes de la ciudad.
“Pedimos profundas disculpas a los ciudadanos, a la ciudad y a todos los que están preocupados por las molestias que causó la pérdida de esta información relevante”, detallaban las autoridades.
Una historia con final feliz
El empleado de Biprogy intentó recordar qué había hecho luego de salir del bar. Finalmente encontró el maletín y el pendrive estaba allí. Al parecer intacto.
Las autoridades señalaron que no encontraron evidencia de intentos de acceder a la unidad de almacenamiento. Amén de este final aparentemente feliz, Biprogy se enfrenta al desafío de recuperar su reputación, esto considerando que ofrece sus servicios en distintos municipios de Japón.