La Policía estatal señaló en un comunicado que la avioneta tenía capacidad para ocho personas y que en ella viajaban probablemente su dueño, el empresario Arni Alberto Spiering, de 69 años; el piloto Helder de Souza, de 44 años; y otros tres pasajeros que aún no han sido identificados.
La avioneta, fabricada en 2010, terminó “totalmente incendiada”, según la Policía, por lo que los trabajos de retirada e identificación de los cuerpos pueden retrasarse.
La institución no aclaró en el comunicado las posibles causas del accidente, ocurrido en el municipio de Apiacás.
La caída de la avioneta ocurre menos de una semana después de que un avión comercial con 62 personas a bordo se estrellase en los alrededores de la ciudad de San Pablo en circunstancias que también están por aclarar.
Tras varios días de trabajo, las autoridades recuperaron los cadáveres de las 62 víctimas del accidente en el municipio de Vinhedo. Los cuerpos fueron retirados de la zona por agentes de las fuerzas de seguridad y enviados al Instituto Médico-Legal (IML) Central para la verificación de las identidades.
De acuerdo a lo que publicó el periódico local Estadão, el IML Central está cerrado con el objetivo de trabajar de forma exclusiva para las víctimas del accidente. Alrededor de las 21:30 local del viernes pasado, bajo una intensa lluvia, un camión llegó al edificio Central del IML para el traslado de los cadáveres.
Para ayudar a identificar los cuerpos, los familiares deben presentar cualquier examen o documentación médica de las víctimas a la sede Central del IML, como exámenes radiológicos, médicos o dentales.
Cualquier tratamiento odontológico, como endodoncia, implante, prótesis, panorámica, aparatología de ortodoncia, así como cualquier tratamiento médico para prótesis, como pin, placa, fractura, tornillo, ayudan en el proceso, informó el IML. Esto ocurre porque, para la identificación, es necesario contar con algún elemento para comparar con los cuerpos, indicó Estadão.
El accidente en San Pablo
El aparato, de la aerolínea Voepass, cayó en vertical, girando sobre sí mismo, hasta estrellarse en una zona de vegetación dentro de una urbanización residencial, cerca de una vivienda. No hubo sobrevivientes entre los 62 ocupantes del avión, entre ellos 58 pasajeros y cuatro tripulantes, según informaron las autoridades brasileñas.
El coronel Cássio de Araújo de Freitas, de la Policía Militarizada de San Pablo, aseguró que en tierra no hubo ninguna víctima debido a que el avión cayó en “una zona vacía” dentro del condominio Recanto Florido, una urbanización de alto nivel económico.
El aparato, un bimotor de modelo ATR-72-500, hacía el trayecto entre la ciudad de Cascavel y San Pablo y se accidentó poco antes de las 13:25 hora local (16:25 GMT) del viernes pasado, cuando le quedaban unos 80 kilómetros para llegar al aeropuerto de Guarulhos, su destino.
El avión volaba a cerca de 3.500 metros de altitud y se desplomó en cerca de un minuto, según datos de la web especializada Flightradar.
La caída en vertical fue filmada desde diversos ángulos por varios habitantes de Vinhedo, en videos que fueron difundidos en las redes sociales. Varios testigos dijeron que escucharon un estruendo antes de ver la caída del avión.
El accidente desencadenó un incendio que fue rápidamente apagado, aunque los bomberos continuaban trabajando horas después en el enfriamiento del fuselaje.