La versión que tomó fuerza meses atrás parece estar quedando relegada en la consideración del Gobierno Provincial.
Se estaría enfriando en el gobierno provincial la idea previa de adelantar y desdoblar las elecciones provinciales, tal como se hizo en 2019, indica El Chubut en su columna De Puño y Letra. Cuando Arcioni admitió que era una idea en estudio, todos empezaron a sacar cuentas. Y se dijo que abril y junio serían fechas probables.
Pero ahora, no todo está tan claro. Por lo que el gobernador no daría pistas sobre adelantar o no los comicios hasta fin de año, cuando por las leyes vigentes y el calendario electoral deba empezar a tomar decisiones sobre fechas de primarias y generales en la provincia.
Tampoco está claro (dicen que habría una “cumbre” el fin de semana) que Chusoto, el Frente Renovador, y los aliados que tiene el Gobierno provincial terminen sumados al Frente de Todos, como una sola oferta electoral pan-peronista que se enfrente a Juntos por el Cambio el año que viene.
Lo que está pasando en el Gobierno, es que quienes analizan cuestiones políticas no los ven a los peronistas de Comodoro y Madryn trabajando por las elecciones nacionales, por caso, una vez sellado el resultado provincial “ganen o pierdan”. Y es probable que si hay un acuerdo Luque-Sastre-Arcioni, el Gobernador sea quien encabece la lista de diputados nacionales por esta alianza oficialista aún en formación.
En el Gobierno dicen que en ese acuerdo hay que discutir la futura legislatura, las listas, los candidatos a intendentes, y las candidaturas nacionales. Y si ven que la dupla Luque-Sastre (que tienen intereses distintos) los quiere “pasar”, irán solos y separados del peronismo.
Mientras todo esto ocurre, tanto Ricardo Sastre como Juan Pablo Luque siguen haciendo un trabajo territorial “de hormiga” de cara a 2023. Lo bueno, es que ambos representan proyectos de desarrollo y de crecimiento económico. Sobran los ejemplos de Madryn y de Comodoro para revelar ese dato.
