Volvió a acelerarse la fuga de capitales, al exterior o al ‘colchón’: alcanzó los US$16.676 millones en el primer semestre, un 117% más que en el mismo período del año pasado, cuando había sido de 7.677 millones. Un indicador muy sensible si se tiene en cuenta la escasez de dólares que llevó al Gobierno a pedirle un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI).
La salida de capitales se disparó 117,1% en el primer semestre respecto de igual período del año pasado, hasta alcanzar los US$16.676 millones, según datos del Balance Cambiario de junio del Banco Central. Se trata del monto acumulado más alto para dicho período desde la salida de la convertibilidad.
Durante junio, ese rubro registró una salida neta de US$3.074 millones, lo que representa una merma respecto de las salidas registradas en mayo del 33,4%. En medio de la corrida cambiaria, la salida de capitales triplicó lo registrado en mismo mes de 2017 (US$1.020 millones).
En todo 2017, la fuga de capitales había alcanzado los US$22.148 millones, una cifra que sólo fue superada en 2008, cuando se registró una salida de US$23.098 millones. De continuar la dinámica actual, en pocos meses se alcanzará un nuevo récord en el acumulado anual de la formación de activos externos de residentes.
El reporte del BCRA señala que en junio las compras de billetes de residentes totalizaron US$3.803 millones. Fueron realizadas por 1.114.000 clientes, con un incremento de 30.000 clientes respecto a lo observado en mayo. Se destaca que el 39% de las compras de billetes (unos US$1.480 millones) fueron realizadas por importes de hasta US$10.000 mensuales por cliente.
El 96% de la cantidad de clientes que compraron billetes en junio operaron en el estrato más bajo. La compra promedio por cliente fue de US$3.413, registrando una disminución de 26% respecto a lo observado el mes previo.