No hubo ningún tipo de comunicación con el directorio y todavía no se sabe cuándo se convocará a una asamblea para designar al nuevo presidente.
La ausencia de una transición ordenada fue una constante en todas las áreas de gobierno, pero el caso de la estatal YPF llegó a tal extremo que a un día de la asunción de Alberto Fernández todavía no hubo ningún tipo de contacto con el directorio y no se sabe cuándo se convocará a una asamblea para designar a Guillermo Nielsen como nuevo presidente.
Fuentes allegadas al economista reconocieron a La Política Online que aún no tienen conocimiento de la fecha de traspaso y que la única certeza es que este martes presenciarán la ceremonia del presidente electo en el Congreso de la Nación.
A diferencia de cualquiera de las carteras ministeriales, en YPF no hay una fecha que estipule el fin del mandato del presidente de la compañía, es por eso que el macrista Miguel Gutiérrez permanecerá en el cargo hasta que se convoque a una asamblea extraordinaria que nombre a las nuevas autoridades.
Desde su entorno aseguraron a este medio que no tiene ningún problema en presentar su renuncia, pero que no dejará a la compañía acéfala. «Mañana no se va a ir. No está previsto el andamiaje institucional porque no hubo una comunicación formal. Creo que ni siquiera decidieron medidas básicas», indicaron en referencia a la incertidumbre por el desconocimiento del resto del equipo gerencial.
Como adelantó LPO en exclusiva, el nombre más fuerte para ocupar el cargo de CEO es el de Juan Garoby, un hombre muy cercano a Miguel Galuccio que actualmente es el Director de Operaciones de la petrolera Vista.
Sin embargo, la decisión todavía no ha sido comunicada. Según marca el estatuto de la empresa, para poder ser electo como presidente, Nielsen primero debería ser nombrado director.
Una vez concretado este paso, puede optar por un esquema de transición lenta como el que hubo entre Galuccio y Gutiérrez -que duró alrededor de cuatro meses- o una designación rápida que no debería representar mayores complicaciones por la mayoría de directores estatales.