Los diputados de la UCR, el PRO y otros bloques opositores intentaron este martes que en la sesión especial de la Cámara Baja avanzara el proyecto de Democracia Sindical, conocido como reforma sindical. Los legisladores buscaban que se vote a favor de una interpretación del reglamento.
“Para que no quede dudas de que vamos a aplicar siempre el reglamento, sea a favor de intereses de uno u otro partido, vamos a dar cumplimiento con el mismo siempre. Se cumplió el tiempo, ha fracasado la sesión”, afirmó el presidente de la Cámara, Martín Menem.
El diputado Martín Tetaz (UCR) fue el que impulsó la discusión de una reforma y democratización sindical, sin dictamen previo de comisión. El legislador radical propone que las “asociaciones sindicales garantizarán la efectiva democracia interna” y que sus estatutos deberán “garantizar una fluida comunicación entre los órganos internos de la asociación y sus afiliados”.
Días atrás, en la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, ambos bloques quedaron a un solo voto de conseguir la aprobación del dictamen del proyecto de Democracia Sindical: los impulsores de la iniciativa reunieron 15 firmas, pero se necesitaban 16 (la mitad más uno del total de miembros de la comisión) para que el proyecto pudiera llegar al recinto.
Por otra parte, a las 15, el diputado Germán Martínez (Unión por la Patria) propone, junto a Encuentro Federal de Miguel Pichetto y Democracia Para Siempre, de Pablo Juliano, derogar el DNU 846/2024, mediante el cual el ministro de Economía, Luis Caputo, realizó canjes de deuda sin la autorización del Congreso, como lo establece la Ley de Administración Financiera.
De qué se trata la reforma sindical que buscaba debatir la oposición en Diputados
Este martes, se cayó la sesión para debatir la reforma sindical en Diputados, luego que la oposición no lograra el quórum. El proyecto Democracia Sindical fue impulsado por el diputado radical, Martín Tetaz. Durante la sesión especial, había 111 diputados presentes, 18 menos que los 129 necesarios para habilitar el tratamiento en el recinto.
La iniciativa elimina la reelección indefinida de los gremialistas, prohíbe la cuota solidaria, garantiza la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y directivos de los sindicatos, obliga a presentar declaraciones juradas y fija medidas para “democratizar las obras sociales”.
Según el texto del proyecto, “los delegados a los órganos deliberativos obren con mandato de sus representados y les informen como mínimo en forma anual sobre la marcha de su gestión” y la “efectiva participación de todos los afiliados en la vida de la asociación, mediante la elección directa de los cuerpos directivos en los sindicatos locales y seccionales respetando la alternancia”. Además, el documento exige la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y directivos cuando obtengan más de un 25% de afiliados, la transparencia en la gestión y el cumplimiento normativo.
En relación con los mandatos de los líderes sindicales y sus reelecciones, el dictamen establece que “no podrán excederse de cuatro años y sus miembros podrán ser reelegidos por un solo período consecutivo”. “Si han sido reelectos en igual cargo o de inferior jerarquía, no podrán ser elegidos nuevamente a ningún cargo electivo, sino con el intervalo de un período”, cierra.