El presidente de la Unión Cívica Radical a nivel nacional expresó que la actual política energética a nivel nacional lleva hacia la fragmentación de las políticas petroleras, al igual que lo hacen las políticas de la Educación y la de la Salud, con las provincias buscando defender su propia parte.
“Con esto nos convertimos en un mosaico de 24 distritos donde cada uno tira para cualquier lado y no hay un proyecto nacional. Pasa en Educación y en Salud, donde se descentralizaron operativamente estas funciones en las provincias y en el caso de la política petrolera, quizá, desde que se sancionó la Ley Corta”, indicó Ernesto Sanz en diálogo con Radiocracia.
En tal sentido, señaló que “esto habrá que revisarlo, porque se debe ver cuál es el límite entre el sano ejercicio del federalismo que dice la Constitución sobre la propiedad de los recursos y cuándo se traspasa ese límite y se comienza a fragmentar una matriz energética nacional de un proyecto nacional de desarrollo”.
Como presidente de un partido a nivel nacional que es, sostuvo que va a estar “siempre a favor de un proyecto nacional de desarrollo con una matriz energética nacional que explote nuestros recursos naturales con un claro sentido de nacionalidad y, en eso, la fragmentación me parece que es un obstáculo”.
El corte de boleta que alienta en su provincia
Sanz adujo que cada provincia tiene una realidad muy particular. “Mendoza distingue de las otras porque solamente tiene dos fuerzas competitivas para la gobernación provincial, el PJ que gobierna y el radicalismo que quiere volver”, dijo y aclaró que la estrategia del corte no es en contra de Alfonsín, único candidato presidencial pegado a la boleta de la fórmula provincial del ex gobernador Roberto Iglesias.
En tal sentido, explicó que el corte es “por la positiva”, donde lo que intentan es que aquellos electores que, como lo hicieron el 14 de agosto y lo pueden volver a hacer el 23 de octubre y eligieron por otro candidato a presidente, los que no tienen competitividad en la provincia, puedan votar cortando la boleta de Iglesias.
“Esto es algo que el propio Alfonsín a aceptado, adherido y apoyado y de alguna manera es lo mismo que lo acordado en la provincia de Buenos Aires con (Francisco) De Narváez. Esto es adaptarse a un dato objetivo de la realidad, la de cada provincia más el dato del 14 de agosto”, aseguró.
Convino que forma parte de hacerse cargo de la realidad aunque aclaró que la pelea por la presidencia de la Nación no está abandonada ni mucho menos y que hay que luchar porque el 23 de octubre se reviertan los resultados del 14 de agosto y se mejoren las performances.
“De todas maneras -sostuvo- hay algunas provincias en las cuales hay una clara chance competitiva para el radicalismo donde incluyo Mendoza, La Pampa, Río Negro, Entre Ríos y Santa Cruz. Si uno no advierte que en esas provincias hay una realidad diferente y no las apoya desde lo nacional, tampoco estaríamos cumpliendo nuestro cometido de partido nacional”.
Sanz fustigó al gobierno nacional indicando que el federalismo está devaluado, casi destruido a través de un proyecto nacional unitario que no tiene nada que ver con las provincias, de concentración de recursos en la Nación y que ha sometido así a las provincias. Remarcó que ganar una provincia no modifica eso. “Que el radicalismo de Mendoza tenga que resignar una estrategia electoral y dejar que aquellos que no tienen fórmulas provinciales voten cualquier cosa o voten boleta completa sin poner candidato a gobernador no lo resignaríamos. Me parece algo lógico salir a buscarlo y no va en desmedro de Alfonsín”, aseveró.
La postura de Duhalde
Sanz descree que haya fraude informático como lo señaló el candidato presidencial de Unión Federal sobre las elecciones primarias del mes pasado. Dijo que es mejor aceptar y denunciar tratando de corregir las muchas irregularidades que ha habido. “Hay que tratar de que sirva de cara al 23 de octubre, pero otra cosa es la posición de (Eduardo) Duhalde, no la compartimos”, indicó.
Su lectura de las elecciones primarias le dice que el oficialismo está fortificado, consolidado y que lo votaron el 50 por ciento de los argentinos, pero también que hay otro 50 por ciento que quiere un cambio pero hay que encauzarlo a través de una propuesta atractiva. “Estamos trabajando mucho desde el radicalismo para que eso se consolide en una sola fórmula”, destacó.