En las últimas horas, Santiago Maratea reapareció en las redes sociales tras estar un tiempo desconectado por un cuadro depresivo que estaba atravesando. El influencer tomó una rotunda decisión e hizo un radical cambio en su vida.
El mediático subió una serie de historias en las que habló de una colecta, pero esta vez, para el club que lo sacó de la depresión. “Ante la incertidumbre me metí a un club a jugar al fútbol. Se llama Club Ezeiza. Por el que hicimos una colecta, y lo conocí por eso. Eso fue a mitad de año y para fin de año estaba en ese momento bastante depresivo de mi vida y no sabía qué hacer. Fui a ver a un chamán y después dije ‘voy a jugar al futbol’”, reveló.
Según contó, la colecta para salvar a Independiente de su deuda le demandó demasiado tiempo, por lo que tuvo que dejar de asistir a las prácticas de su equipo. ”No podía entrenar, por el viaje, el tiempo y todo eso y me mudé. Ahora vivo a 20 minutos del club, en Esteban Echeverría”, indicó.
Acto seguido, explicó cómo se produjo su inmersión al mundo del fútbol, esta vez, desde adentro, como integrante de un plantel: “Me junté con Toqui, que es técnico del club y quien lo inició. Es un club muy joven, de un año y medio. Y le dije: ‘Escuchá, tengo una propuesta, un trato para que hagamos: si vos me ayudas a que yo meta un gol, yo te ayudo a que el club llegue a Primera’. Y Toqui me dijo que ‘de una’”.
Desde agosto, el joven entrena cinco horas diarias en el club, mientras que el resto del tiempo lo dedica a tratar de encontrar sponsors que ayuden a financiar las obras que quiere hacer la institución.
Maratea quiere encargarse de la parte de gestión del club y lograr que ascienda a la máxima división del fútbol argentino. Actualmente, su equipo milita en la Liga Metropolitana de San Vicente y los pasos a seguir para lograr el objetivo es participar del Torneo Regional y ganar para pasar al Federal. Luego, deberían conseguir el título para ascender al Nacional B y, después de toda una temporada en esa categoría, conseguir el ascenso a primera.
