La inspiradora historia de Jorge, quien abandonó la cárcel sin saber qué hacer de su vida y sin un lugar para quedarse. Conoció a la que hoy en día es su esposa y decidieron comenzar con un emprendimiento de cocina propio. Tenía vergüenza de levantar las persianas por los prejuicios y comenzaron vendiendo dos hamburguesas por día, pero hoy venden 200 veces más.
Todo comenzó cuando Jorge salió de prisión en 2018. Al principio sin saber qué hacer de su vida ni tampoco tener un lugar dónde quedarse.
Pasó poco tiempo hasta que conoció a Melina, quien en la actualidad es su esposa. La pareja se planteó comenzar un emprendimiento gastronómico.
Jorge admite en una entrevista que al comenzar con su negocio, tenía vergüenza de levantar la persiana. Sabía que al haber salido de la cárcel hace no mucho tiempo, las miradas sobre él iban a pesar y los prejuicios quizás a abundar.
Pese a no saber sobre cocina, era algo que les apasionaba y estaban dispuestos a hacerlo. “Nos lanzamos y fuimos probando, aprendiendo, recibiendo críticas, y así fue que decidimos abrir el local”, confesó a la página Talento Argentino.
Cada vez que pasaban por un local Jorge decía “este va a ser nuestro”. Cuando entraron para verlo se encontraron hasta con telarañas, pero “lo vi lleno de gente”.
“Hicimos la mejor receta de carne que puede existir y el mejor pan de queso” narró. Comenzaron a cocinar y pese a la vergüenza que los llevaba a no abrir las persianas, la gente misma tocaba la puerta atraída por el olor a comida. “Teníamos todo elaborado pero con las persianas cerradas”, detalló.
Fue así que finalmente abrieron el local de Don Capalbi a la gente y comenzaron con la venta. Al principio no les fue como lo esperado, pero sus productos se fueron popularizando y “de dos hamburguesas que vendíamos por día, pasamos a vender 400”.
“Cocinar es lo que amo, lo que me gusta. La pasión que tenemos por hacer las cosas nos llevó a lanzarnos por la comida”, se abrió Jorgito, quien por último dejó un mensaje motivador para quienes estén en la duda de iniciar su emprendimiento: “No importa que tenga un solo sanguche para vender, andá y vendelo. Con eso vas a vender dos al otro día”.