Miguel firmó contrato hasta diciembre del año que viene con opción a dos años más y así el Xeneize tendrá entrenador para rato.
Miguel Ángel Russo seguirá siendo el técnico de Boca hasta diciembre del 2021. Y puede haber más tiempo del entrenador xeneize, ya que el contrato que acaba de firmar es con opción a dos temporadas más. De este modo, el DT cumplió su deseo de quedarse en el club como no había podido en el 2007, a pesar de haber sido campeón de América.
Las fotos fueron un formalismo, en definitiva, porque la continuidad de Russo estaba asegurada. Por varias razones: primero, porque es el DT campeón del fútbol argentino. Después, porque el Consejo de Riquelme está muy conforme con su trabajo. Además, porque los números de su campaña son tremendos: 15 partidos dirigidos, ninguna derrota, con 12 triunfos y tres empates (el 86,6% de los puntos). Y por último, claro, porque el parate por la pandemia le sacó cinco meses de ciclo.
De alguna manera, Russo había reconocido en la conferencia del viernes que su continuidad prácticamente estaba resuelta. «No digo nada nuevo, pero claro que tengo muchas ganas de quedarme en Boca. Formalizaremos tranquilitos y de las formas que tiene el club, pero sin problemas… Oficialicemos primero, jaja», dijo el DT. Y así fue nomás.
El presidente Jorge Ameal también había garantizado su continuidad antes de que se concretara el acuerdo oficial, sumando otro argumento más a los méritos del entrenador: cómo logró, también en el juego, que Boca tuviera una marcada evolución con respecto al proceso anterior. «Seguro renovará para 2021, sin ninguna duda. El balance que hicimos fue cómo mejoró al equipo y la alegría que se le dio a la gente», fueron sus palabras.
A eso hay que sumarle que potenció rendimiento individuales, como el de Carlos Tevez (fundamentalmente), Campuzano (a quien eligió como su volante central), Salvio (volvió a la Selección), Villa (fue la revelación del campeón) y hasta el propio Soldano, tan cuestionado, y hoy pieza muy importante del campeón.
De este modo, el Consejo de Riquelme también dio un mensaje: más allá de que la Copa Libertadores todavía está en desarrollo, la continuidad del técnico no está sujeta a ningún resultado. Hay confianza a su trabajo, hay esperanza en su continuidad y hay espalda para afrontar un ciclo a largo plazo, como otra forma de ir en busca de ese sueño que no volvió a darse desde el 2007, cuando el DT se fue.
El técnico oficializó la firma acompañado de Raúl Cascini, Marcelo Delgado y Jorge Bermúdez, los laderos de JR, y luego posó con ellos para la foto institucional. También hay ahí una convivencia que ayudó a la continuidad. Más allá de que fue Riquelme el que eligió a Miguel y el que volvió a darle la oportunidad de volver a ser DT de Boca a los 64 años, el técnico es muy respetado y tiene una muy química con todo el Consejo.
«La relación es la más normal. Hablamos todo lo futbolístico y coincidimos. Me resulta muy fácil todo. Hablamos, entendemos las necesidades de Boca como prioridad, las necesidades del entrenador. Es simple para nosotros. Normal y natural», aseguró el entrador sobre ese vínculo, esencial para ir en busca de los éxitos deportivos.