La justicia de Morón ya tiene el informe pericial de Bomberos realizado sobre la casa donde apareció muerto Ricardo Daniel Carías, conocido en el mundo artístico como La Tota Santillán.
El cuerpo del reconocido conductor y productor musical de la movida tropical fue hallado en su domicilio de Ituzaingó.
El informe preliminar de autopsia indicó que falleció de síndrome asfíctico, presentaba el 90% del cuerpo quemado y no presentaba signos de defensa.
De acuerdo al informe, «en el lugar se constata que el departamento tiene dos plantas. En la parte superior hay dos dormitorios y un baño y, en planta baja, cocina, baño y comedor. En este último se visualizan elementos combustionados en su totalidad como lo es un sofá de tres cuerpos, cuya estructura es de madera».
«Asimismo, se pueden observar afectación por temperatura sobre elementos ubicados en altura como ser un televisor, un portalámparas y un aire acondicionado, como así también ahumamiento generalizado en el baño», añade.
«Según lo que manifestó el personal de Policía Científica, el cuerpo del señor Santillán estaba ubicado a unos 2 metros del sofá, donde se aprecian marcas protegida», describe.
Además, «antes de la presencia del perito de incendio, el personal de Policía Científica secuestró una botella que contenía líquido, una caja de fósforos y del sector del baño una toalla con marcas de combustión».
«En el lugar no se encontraron indicios que sugieran que el incendio fue una falla en el sistema eléctrico ni por el mal funcionamiento de algún artefacto a gas», concluyen de manera contundente.
«Al arribo de personal del Comando Patrullas Morón, la vivienda se hallaba cerrada desde el interior con llave y un pasador. El efectivo de primera intervención tuvo que violentarla para ingresar al domicilio», finaliza.
Ante este escenario, «no es posible determinar si el origen del incendio fue causado por una negligencia o una acción intencional por parte de la víctima con el propósito de auto infringirse daño».
«La presencia de huellas de pisadas de la victima entre ambos sectores genera incertidumbre sobre el lugar de inicio del incendio, lo que impide establecer con precisión el punto de origen», indican.
Por último, «a pesar de estas circunstancias, es evidente que para la producción del incendio debió haber existido una fuente de activación externa, en forma de energía».