El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó un proyecto que regulará el uso de celulares en las escuelas y combatirá la nocividad de los aparatos tecnológicos: «Los chicos no están aprendiendo».
El jefe de Gobierno, en ese marco, explicó la decisión y dio detalles sobre la implementación de la iniciativa en las escuelas: «Queremos poner mucho énfasis en esta decisión. Está claro que tenemos un problema grave que es que los chicos no están aprendiendo: asisten a clase pero no aprenden. No vinimos a este rol a hacernos los buenos o como si las cosas no pasaran, vinimos a hacernos cargo».
«Los chicos vienen a la escuela, asisten, pero los chicos no están aprendiendo. Son muchas las razones, pero una de las razones centrales es el celular. Es una máquina de distracción. No hay manera de que los profes y las maestras puedan discutir con esto», agregó.
En esa línea Jorge Macri apuntó contra los adultos y aseguró que, tanto en el seno familiar como el escolar, «tenemos que tomar decisiones, y como Gobierno tenemos que volver a generar condiciones en el aula que permitan volver a tener la atención de los chicos en el aula. El objetivo de estar en el aula es aprender, y por eso vamos a regular el uso de los celulares en las escuelas».
Desde el gobierno porteño marcaron una diferencia entre los niveles inicial, primario y secundario, y reforzaron en ese contexto las acciones para los más chicos: «¿Alguien se imagina a un jugador de fútbol que está en la cancha con el celular? No funcionan así las cosas. Hay evidencia internacional que demuestra que tomar estas decisiones es correcto. En el nivel inicial, que es de hasta cinco años, ya vemos el uso del celular como si fuese un chupete electrónico. En el nivel inicial y primario, un no absoluto».
«Está claro que es necesario y a muchas familias les permite saber que sus hijos llegaron bien. Pero el celular, en el nivel inicial y en primaria, no es una herramienta imprescindible«, explicó el jefe de Gobierno porteño.
Sobre los alumnos más grande, señaló que «En el nivel secundario, vamos a plantear un sistema distinto, que es no en el aula, salvo que el profesor defina que es necesario para que esa clase sea exitosa, como buscar una noticia o interactuar con algún programa».
«Después, hay que abrir a discusión a otros temas. Los chicos nos piden a gritos que los ayudemos. En las reuniones nos dicen que ‘el celu nos gana’. Lo mismo pasa en las horas de almuerzo. Vamos a incitar a que en esa media hora de almuerzo los chicos dejen el celular. Hay chicos que no comen y tiran la comida porque siguieron jugando y se olvidaron de comer», concluyó.
Según establece el protocolo establecido por la administración de Jorge Macri, en el nivel secundario los teléfonos y tablets deberán permanecer guardados durante las horas de clase y podrán ser utilizados únicamente cuando sea aprobado por los docentes para realizar actividades pedagógicas.
En cuanto los jardines y primarios, será decisión de cada familia autorizar a los chicos a llevar sus celulares, aunque deberán permanecer apagados durante toda la jornada -incluidos los recreos- y sólo los podrán usar con autorización de los docentes.
Desde el Gobierno porteño aseguraron que la medida busca estimular la concentración de los alumnos en clase, promover la socialización durante los recreos y prevenir el daño que provoca el uso excesivo de dispositivos electrónicos. Tendrá impacto en 566.000 estudiantes de 2.291 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires de nivel inicial, primaria y secundaria del ámbito público y privado.
Los chicos utilizan dispositivos electrónicos entre 2 y 5 horas por día y el 23,4% lo utiliza más de 5 horas, de acuerdo con un relevamiento realizado por la Ciudad entre familias de estudiantes primarios y secundarios.