Narayan Dabhalkar, de 85 años, se fue por voluntad propia del hospital para dejarle su cama a un hombre de 40 años. Murió tres días más tarde en su casa.
India atraviesa una situación muy complicada debido al auge de contagios de coronavirus y la saturación de los hospitales. Con más de 400.000 casos y superando las 4.000 muertes cada día, ni los servicios sanitarios ni funerarios dan abasto. De ahí la drástica decisión del Gobierno de quemar los cuerpos de los fallecidos en plena calle, pese a la ayuda internacional.
Tan crítica es la situación de los hospitales que no hay camas suficientes para todos los enfermos que ingresan a causa de la COVID-19 y en algunos casos deben elegir a quien salvar la vida. En este contexto, hace pocos días un paciente tuvo un acto de generosidad y bondad extrema al ceder su cama a otro enfermo para que salvara él, a sabiendas de que él mismo podía morir.
«Tengo 85 años. Ya he vivido mi vida. Salvar al joven es más importante. Sus hijos son pequeños, por favor denle mi cama», pidió Narayan Dabhalkar, un hombre de 85 años que había sido ingresado por coronavirus en el centro Indira Gandhi Rughnalaya de Nagpur.
Dio su vida por un hombre que no conocía
Según informan los medios del país, el octogenario tomó al decisión de ceder su cama a un hombre de 40 años tras escuchar a la esposa de este solicitar su ingreso. En ese momento, Dabhalkar se encontraba en la sala de urgencias con un nivel de saturación de oxígeno muy bajo, por lo que su situación era preocupante.
Al escuchar la disparatada petición, los médicos pidieron que reconsiderara la decisión, puesto que su situación era grave y podía fallecer en cualquier momento. Sin embargo, el anciano lo tenía claro: prefería salvar la vida de un hombre más joven y poder despedirse de su familia en casa.
«Lo llevamos de urgencia cuando sus niveles de oxígeno bajaron el 22 de abril. Conseguimos una cama después de un gran esfuerzo, pero regresó a casa en un par de horas. Mi padre dijo que preferiría pasar sus últimos momentos con nosotros», contaba su hija a los medios. Lamentablemente, a los tres días de regresar a casa, el hombre murió al no poder superar la enfermedad.
