El «Correcaminos», un avión fabricado por dos amigos en Comodoro, viajó hasta Alaska y su recorrido tuvo como objetivo estudiar los efectos del cambio climático.
Se trata de un proyecto histórico desarrollado por los chubutenses Juan Martín Escobar y Guillermo Casamayú.
El viaje experimental de más de 150 horas de vuelo por 22 países recolectó datos sobre el cambio climático global al medir concentraciones de dióxido de carbono y carbono negro en la atmósfera, dos poderosos gases de efecto invernadero.
La información surgida del experimento será puesta a disposición de investigadores del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, para su posterior análisis.