Recuperar aquellos tiempos de Néstor Kirchner

Merlo es el distrito con mayor cantidad de electores de la 1ra. Sección Electoral. Por ende, un territorio clave para cualquier aspiración de poder en la provincia de Buenos Aires y en lo nacional. Fue…

domingo 26/05/2019 - 10:30
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Merlo es el distrito con mayor cantidad de electores de la 1ra. Sección Electoral. Por ende, un territorio clave para cualquier aspiración de poder en la provincia de Buenos Aires y en lo nacional. Fue allí donde Gustavo Menéndez, su intendente desde el 2015, logró que la fórmula Alberto Fernández- Cristina Fernández de Kirchner tuvieran su primera aparición pública en conjunto.

No deja de ser una señal. Esta vez no hubo acto en un hotel céntrico y ni estadio de fútbol. Fue en el conurbano, el mismo sitio que resultó imprescindible para que Néstor Kirchner ganara las elecciones en 2003 y llegara a la Presidencia. Regresar al “nestorismo” es la épica que propone esta nueva etapa en los tiempos K, donde el peronismo vuelve a ocupar el eje central. Ahora el desafío es sumar para avanzar en la misma idea del ex presidente: reeditar un proyecto transversal.

Interesante combinación la que se vio en Merlo. Un acto armado con la modernidad de estos tiempos, ello es escenario estilo “living” y no los clásicos atriles.

Pero hubo algo que no puede estar ausente de ninguna movida peronista: una importante movilización que llegó del propio distrito pero que sumó militantes de comunas aledañas. El presentador fue el propio intendente Gustavo Menéndez, quien en su discurso exaltó las virtudes de la fórmula, el gesto de Cristina Fernández de Kirchner de elegir a Alberto Fernández, a quien mencionó en varias oportunidades como el “futuro Presidente” de los argentinos.

El ex jefe de Gabinete de Ministros viene aceitando la relación con los jefes comunales. Se vio con ellos tres veces en la última semana. 

“Gracias Tano”, fue la manera en la que se refirió CFK para hablarle al jefe comunal. Denota estrechez y confianza en el vínculo. Quizá no olvide CFK que en Merlo fue recibida en momentos difíciles para ella. La ex Presidente, en el 2017 eligió ese distrito para participar de una misa por Santiago Maldonado. Fue un gesto. Como muchos otros, incluido el de estar este sábado 25 de mayo en el oeste del conurbano.

El motivo formal de la convocatoria estuvo relacionado con la inauguración del Parque Néstor Kirchner. Es el predio de la quinta La Colonial quien en 1992, apenas asumido como intendente Raúl Othacehé cerró para su uso personal y político hasta este 25 de mayo.

La fecha de por sí es emblemática. Y lo recordó la propia senadora nacional ubicando tres en particular. La del ’73, con la asunción de Héctor Cámpora; la del 2003 cuando asumió Néstor Kirchner; y la de 2010 en el Bicentenario.

“Mi último año de felicidad plena”, sostuvo CFK. Meses después perdió a “él”, tal como ella lo sigue mencionado. 

Es, justamente, ese espejo en el que quiere Alberto Fernández apoyar la construcción de su candidatura. Por ello recuerda los momentos de la Argentina en los que le tocó ser Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.

Su idea es decir algo así: «Tengo la experiencia de aquello que es muy parecido a lo que sucede hoy, y mucho más en 2020».

Allí corre con ventaja sobre la propia CFK. Ella asumió en 2007 con un país mucho más ordenado y cuentas más equilibradas. Mejor que el recibido por Néstor, aunque el kirchnerismo olvidó sistemáticamente mencionar el trabajo de Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna hasta esa fecha.

Si hubiese sido tan mala la gestión de Lavagna, Néstor Kirchner no le habría ofrecido a Lavagna, antes que a Daniel Scioli, acompañarlo en el binomio. Y cuando Lavagna rechazo, N.K. le reclamó a Duhalde que el ministro permaneciera al frente del Palacio de Hacienda porque lo precisaba en la campaña proselitista.

Es más, cuando Kirchner confirmó que el ministro de Economía iba a seguir en el cargo, subió en las encuestas. Relatemos las cosas como fueron. Y N.K. no prescindió de Lavagna hasta después de ganar el comicio 2005, cuando CFK sumó más que Hilda González de Duhalde, y así nació el kirchnerismo, desprendiéndose del duhaldismo.

Ese “olvido” histórico lo trató de enmendar CFK en la presentación de su libro en La Rural. Características de la “Leona Herbívora”, que hasta le cedió protagonismo a su compañero de fórmula. Le dejó cerrar el acto. Tal como corresponde. No debiera ser sorpresa. Pero lo fue. 

En la búsqueda de traer aquellos tiempos de Néstor Kirchner, Alberto Fernández busca sumar a sectores que se han ido del redil K molestos por la radicalización de Cristina y su encerrona. Empezó por él mismo. Va por Sergio Massa, el mismo que lo reemplazó en 2009 y del que fue parte de su espacio en 2013. Fue Alberto quien dio a conocer que Massa derrotaba al Frente para la Victoria en ese año inaugurando una racha de derrotas que acumuló hasta 2017 y que ahora buscará revertir. En la noche de la victoria, Massa y Alberto F. se abrazaron en el acceso al festejo del Frente Renovador, ante las cámaras de la TV.

Más allá del palco principal, fue interesante observar el sitio donde se ubicaron los intendentes. Ellos fueron realzados por el candidato presidencial y por el anfitrión, su par Menéndez.

“Son quienes han parado durante estos años los conflictos sociales de un gobierno que no le interesa”, dijo el alcalde de Merlo. Lo mismo les había manifestado Fernández un día antes en San Antonio de Areco. 

De todas maneras, la ubicación de Axel Kicilloff entre ellos disparó las miradas sobre lo que parece estar encaminado.

Él es quien más chances tiene de ser candidato a gobernador. El ex ministro de Economía estuvo sentado junto a los intendentes. Allí estaba Máximo Kirchner, quien será el encargado de armar la campaña en la provincia, sobre todo en el Gran Buenos Aires. A su lado, Verónica Magario. ¿Casualidad? No parece.

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