Roberto Debbag aseguró que las nuevas restricciones son producto de la ineficiencia del Gobierno en el manejo de la pandemia. Adelantó que hay temor internacional por la creación de nuevas variantes en la Argentina.
El vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, Roberto Debbag, analizó las medidas adoptadas por el presidente Alberto Fernández para frenar el aumento de casos de coronavirus en medio de la segunda ola. Dijo que el nuevo confinamiento es producto de la ineficacia del oficialismo en la gestión de la pandemia.
El médico informó que la situación genera preocupación internacional y por tal motivo en los próximos días podría llegar una donación de vacunas de un país que mira especialmente cómo evoluciona el escenario epidemiológico en Argentina, Brasil e India.
Planteó además que se vienen semanas muy complicadas en virtud de los contagios registrados en los últimos días.
En esta nota, un repaso de sus definiciones más fuertes en un reportaje concedido a Marcelo Longobardi en radio Mitre:
“Las restricciones realmente se imponían por la no eficacia de las tres grandes patas para combatir la pandemia: comunicación, testeos y vacunas. Estas tres aristas no produjeron el impacto adecuado porque no se implementaron en forma adecuada. Entonces, la cuarta es la restricción”.
“Desde el punto de vista científico, lo que ocurrió ayer es una falla en la comunicación. Hay una comunicación que no genera credibilidad científica como para que se adopten las medidas adecuadas”.
“Si el Presidente piensa que la responsabilidad fue solamente del ciudadano, entonces hay una fuerte equivocación en quienes lo asesoran”.
“En el primer semestre del año pasado, en virtud del conocimiento y la disponibilidad de herramientas que había, la cuarentena era lo que se imponía. Ahora, en este momento, se imponen políticas de rastreo, localización de personas, aislamiento, comunicación que genere credibilidad y acceso a las vacunas”.
“Leo en un diario (por Infobae) la reflexión de la comitiva en Portugal, cuando salió a caminar y vio una restricción pura. Y se pensó que eso era lo que generaba posteriores libertades. Si uno quiere comparar Portugal con Argentina, Portugal tiene 50 vacunados cada 100 personas y en Argentina tenemos 20 vacunados con dosis 1 cada 100 personas”.
“En cuatro días hubo alrededor de 100 mil personas con PCR positivo. Si sabemos que el índice por el cual hay que multiplicar la cantidad de casos es 4 -siendo generosos-, estamos hablando de que en los últimos días hubo 400 mil personas que tuvieron la infección”.
“Si vamos solamente a los 100 mil positivos con PCR, 10 mil van a tener enfermedad moderada a severa, pero hay un 5%, que son 5000 personas, que dentro de los 21 días van a necesitar una terapia intensiva. Entonces, de acá a 15 días vamos a ver un incremento de la tasa de ocupación que se va a mantener por mucho tiempo porque las camas solo se vacían por alta o por fallecimiento. Vamos a ver el tsunami de los últimos cinco días”.
“Las restricciones se tienen que implementar producto de la ineficacia. No tenemos que dejar de pedir a gritos que se sigan haciendo acuerdos de vacunas y se le pueda informar a la sociedad un cronograma de entrega de esas vacunas”.
“Tengo datos de que en junio van a venir millones de vacunas de un país determinado, que todos sabemos cuál es, porque ese país no solo va a ser generoso, sino que que busca que no se produzca un cóctel viral en la Argentina que produzca nuevas variantes y pueda lesionar a los programas de control de pandemia que han sido fortalecidos en Estados Unidos, Europa e Israel”.
“Tenemos la sensación de dolor. Las personas que mueren, sean 1, 500 o 700, si se hubieran vacunado el 15 de abril hoy no estarían muertas”.
“Ese es un dolor que tengo como argentino, pero además una frustración comunicacional. Hace 11 semanas que empecé a hablar del huracán que íbamos a tener y que iba a ser devastador”.
“Escucho por diferentes medios personas que dicen que no hay vacunas en el mundo. Esto no es así. Acá se perdió un gran acuerdo, más allá de que es verdad que hubo problemas de producción en AstraZeneca y en Gamaleya”.
“Siento dolor y frustración. Dentro de 11 días vamos a tener el impacto de lo que pasó estos días. Las cifras van a ser iguales o peores. Lo que tenemos por delante son restricciones y esperar que el huracán sea lo menos devastador posible”.
“Va a ser muy difícil que se levante esta cuarentena. Se produjo el efecto derrame de las variantes de Brasil, entrando por Uruguay y a esta figura del AMBA y derramando al interior del país. Ahora no solo tenemos este nuevo incremento en el AMBA, sino que lo tenemos en todo el país”.
“En un huracán, después viene el ojo del huracán. Y después viene la segunda parte del huracán, que es lo más devastador. La primera parte del huracán la está recibiendo el interior del país y esto va a persistir semanas”.