«Ahora estamos en el cuerpo forense donde van a examinar a mi hija. Después debemos ir a fiscalía para pedir nuevamente la orden de detención porque él sigue libre», explicó Ulloa. El incidente ocurrió el pasado domingo cuando el agresor pidió a Macarena almorzar con su hija por el Día del Padre.
«Mi hija accedió y él se puso a cocinar, pero comenzó a insultarla y a amenazarla. Macarena le pidió que se retirara, pero él le pegó con una plancha de bife en la cara, dejándola desmayada. Cuando se despertó, él la pateaba y le decía que la iba a prender fuego y matar», detalló Ulloa.
Las amenazas y la violencia no se detuvieron ahí. «Cuando mi hija pudo reaccionar, me llamó y vi en la foto que estaba muy golpeada. Llamé a la policía y a la ambulancia. Después fuimos a la comisaría de la mujer para hacer la denuncia», continuó Ulloa.
A pesar de que se emitió una orden de detención, horas después fueron notificados de que solo se había implementado una restricción. «Él tiene muchas denuncias por violencia. En otra ocasión la tuvo secuestrada desde las 6 de la tarde hasta las 4 de la mañana. Mi esposo tuvo que intervenir para liberarla, pero fue mi esposo quien terminó detenido», agregó Ulloa.
Macarena y su familia viven con miedo constante, especialmente después de las recientes amenazas de muerte y los antecedentes de violencia del agresor. «No entendemos por qué no lo detienen. Necesitamos que esté preso y pague por lo que ha hecho. No es la primera vez, tiene múltiples denuncias. Parece que están esperando a que la vean muerta para tomar acciones», concluyó la madre desesperada.
