Juan José Aranguren, quien se desempeñó como ministro de Energía y Minería hasta junio de 2018, reapareció este miércoles con declaraciones públicas en las que confesó que trae sus dólares al país «para continuar viviendo» y coincidió con el economista Carlos Melconian, quien manifestó que en el Gobierno de Mauricio Macri se estuvo «boludeado dos años con las buenas ondas».
En una entrevista con La Nación, el exdirectivo de Shell se refirió al presente que transita al frente de una consultora que abrió tras dejar su cargo de ministro. «Hoy, que todavía no tenemos ingresos, estoy trayendo mis dólares en este momento, que tendría que ser al revés, para continuar viviendo», dijo.
Además, recordó cómo el empoderamiento de Nicolás Dujovne en el ministerio de Hacienda, a partir del acuerdo con el FMI, fue determinante en su salida del Gobierno, y calificó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, como un «cientista de la política, alguien que piensa que la sociedad se puede manejar desde un laboratorio».
Consultado sobre el proyecto que elaboró el Partido Justicialista (PJ) y que plantea que se debe revertir la dolarización de las tarifas que el fijó durante su gestión al frente de Energía, Aranguren consideró que «no se puede seguir con una economía en donde no se puede controlar el valor del dólar, que es una consecuencia de no controlar la inflación».
«Es una simplificación decir que la culpa es de que las tarifas están dolarizadas», opinó para luego analizar los distintos períodos que atravesó el sector y poner en relieve las consecuencias del correspondiente a los gobiernos kirchneristas.
Dijo que fue la «época de intervención total de todas las variables» en la que «se utilizó la emergencia pública para dejar de aplicar otras leyes, la ley del gas, la ley de electricidad».
«Esto duró del 2002 al 2015. ¿Cuál fue el resultado de esa intervención? Un país que tiene recursos renovables, no renovables, convencionales y no convencionales para tirar para arriba terminó importando energía. .¿Con esto estabilizamos la economía? No, porque aumentamos el gasto en empleo público y malversación, y aumentó la corrupción», evaluó.
Aranguren luego se refirió a la etapa que se inició durante el Gobierno de Macri, que indicó, se focalizó en la «transición hacia mercados competitivos».
«¿Qué significa? recuperar el valor de los entes reguladores, aunque ahora el Frente de Todos propone volver a intervenirlos; recuperar los marcos regulatorios, incentivar Vaca Muerta pero no como lo hizo el kirchnerismo. En industrias extractivas de largo plazo como pueden ser el petróleo, el gas, la minería, la energía en general, uno no puede estar cambiando a cada rato porque si no el tipo qué hace para protegerse de la Argentina: pone un precio alto porque no sabe qué le va a pasar mañana», diferenció.
Seguido, agregó que esa situación «obligó a extraer lo más rápido posible, que es lo que hicieron los gallegos en YPF». Y rememoró: «Cuando ellos aceptaron a los Eskenazi se aseguraron cobrar durante 10 años el 90% de la ganancia anual en forma de dividendos. Secaron la vaca, se llevaron todo. Los de Repsol vinieron acá a vendernos espejitos de colores».
«En esos tres períodos, en esa transición que todavía no terminó, la energía en el mundo, que es un bien transable, se comercia con una única moneda. Pesificar la energía es de vuelta vivir con lo nuestro. Entonces acá el problema es cómo logramos bajar el gasto en lugar de aumentar la deuda o los subsidios. ¿Quién va a poner la diferencia? ¿Nos vamos a arriesgar nuevamente a juicios en el Ciadi?», completó.
Por ello, Aranguren alertó que si un futuro Gobierno toma en cuenta las propuestas del PJ sobre las tarifas «que coordinó Federico Bernal, actual asesor de Cristina Kirchner y exasesor de ( Julio) De Vido, se va a poner de vuelta la energía de sombrero y Vaca Muerta, que es uno de los pocos desarrollos que podría estar ingresando recursos genuinos, no lo va a hacer».
Aranguren también habló sobre el rol que cumplió Nicolás Dujovne como ministro de Economía y coordinador del Gabinete nacional. «Cuando se nos cortó el chorro y tuvimos que ir al Fondo Monetario Internacional para pedir estos famosos 57.000 millones de dólares, de golpe, a partir del buen vínculo que tenía Dujovne con Madame (Christine) Lagarde se le dio a él una injerencia, un poder mayor que a un coordinador porque terminó (Gustavo) Lopetegui dependiendo de Dujovne».
«Pero si alguien veía que lo que se estaba haciendo, porque no se le daba bolilla o se le había impuesto una decisión porque el Fondo no lo autorizaba, mi responsabilidad era ir al Presidente y decirle si hacemos esto… Lo pongo de esta manera: la reinterpretación de la resolución 46 de Vaca Muerta yo no la hubiese hecho y se hizo eso porque en lugar de US$700 millones, que estaba mal calculado, que iban a dedicarse en el año 2019 a ese incentivo a la producción de gas, iban a ser 1200 millones y no había. Yo digo, qué era lo mejor, cortar esos 500 millones para producir más gas o cortárselos a Grabois o a la transferencia a alguna provincia, por ejemplo, Jujuy», recordó.
Aranguren reveló que «si en algún momento, algún ministro se sentía afectado por una decisión, sabía qué camino tenía», que puntualizó, era el de «decirle al Presidente: bueno, es claro que vos no estás de acuerdo con mi línea de acción, tomá la decisión de sacarme. Y un poco eso es lo que pudo haber ocurrido en mi caso. Lo he escuchado y lo he oído, que Aranguren no se dejaba coordinar demasiado», según dicta Clarín.
El exministro de Economía analizó además el rol de Marcos Peña, el jefe de Gabinete del Gobierno nacional, y el hombre de mayor confianza de Mauricio Macri. «Pienso que es un cientista de la política, alguien que piensa que la sociedad se puede manejar desde un laboratorio. Es inteligente, pero él no estaba en las cosas diarias», describió.
«él estaba dedicado a la estrategia política. Desde mi punto de vista con un optimismo exacerbado que terminaba siendo voluntarismo más que optimismo. Pero Macri lo escuchaba mucho», dijo y reveló detalles de una reunión del 6 de enero de 2016 cuando Peña se opuso a su propuesta para aumentar las facturas eléctricas «en un 450%, de golpe».
«Marcos empezó a hablar de que la gente no nos votó para que vengamos con un hachazo ni que le hablemos del pasado. Nos votó por el futuro. Mauricio y Gustavo (Lopetegui) escuchaban y la discusión la llevábamos dos. Y Marcos era más de los globos, las flores, de que la gente nos votó porque le vamos a dar un futuro mejor», recordó.
Y continuó manifestando que «no puede creer» como Peña «desapareció de la escena». Si el 11 de agosto hubo un golpe en las urnas el Presidente, él mismo, tendría que haber dicho mirá para estar ahí representando algo que no podés salir a hablar porque no te creen, correte. Quedate como asesor del Presidente. Otro error», cuestionó.