La denunciante, una abogada de Buenos Aires, había alquilado por medio de una página web una cabaña en la localidad de Gaiman para disfrutar con su familia. Al llegar, corroboraron que el lugar no existía, según publica diario Crónica.
Recorrieron la cuadra donde supuestamente estaba ubicado el alquiler y observaron una cabaña similar a la que habían visto en la web y golpearon. La mujer que los atendió, les explicó que vivía allí desde hace tiempo y no había un lugar de hospedaje.
Ante el hecho, la damnificada decidió acercarse a la dependencia policial de Trelew para denunciar el caso, y explicó que en noviembre del año pasado ingresó a la página de alojamientos en la Argentina «para ver disponibilidad y hacer una reserva en Gaiman».
Allí, le apareció la página de «La cabaña de Titina» en donde procedió realizar la reserva, que requirió de 91,29 dólares por dos noches, con fecha de ingreso el 26 de enero, a partir de las 10 horas con salida para el 28.
En el resumen de la tarjeta de crédito, se le debitó los 91,29 dólares y el 18 de enero le mandaron a su correo electrónico el recordatorio de reserva, donde le informaron que el anfitrión se llamaba «Juan», con la dirección del lugar en Avenida Irigoyen al 900 en Gaiman y el número de teléfono del supuesto hombre.
En la denuncia policial, la abogada indicó que «luego de regresar con mi familia de Punta Tombo, arribamos a Gaiman y nos dirigimos al hospedaje «La cabaña de Titina» que habíamos alquilado. Pero al llegar a la dirección que me habían brindado nos dimos cuenta que no coincidía con la enumeración aportada, ya que -ese lugar- pertenecía a una casa común, no a una cabaña como aparecía en la foto -que publicaron en la página web donde se realizó el alquiler-«.
“Caminamos entonces unos metros en esa misma cuadra y es ahí en donde logramos visualizar una cabaña similar a la que figura en la foto de la página web, pero al golpear dialogamos con una señora, quien nos dijo que ella está alquilando en el sitio hace tiempo, que ahí no había ninguna cabaña para alquilar. Es en ese momento en que nos dimos cuenta de que habíamos sido estafados por un total de 91,29 dólares”, expresó.