Un hecho de similares características a otros dos que acabaron con la vida de dos jóvenes tiempo atrás en el mismo sector del barrio «194 viviendas» de Km. 8, no tuvo de milagro el mismo final que los anteriores. Según informaron fuentes policiales que investigan el caso que podría encuadrarse dentro de lo que denominan «presunto ajuste de cuentas», tuvo lugar alrededor de las 16:30 de ayer.
La víctima, identificada como Darío Daniel Piñeiro, de 26 años, se encontraba con un hermano y un amigo en intersección de la avenida Alejandro Maíz y la calle Base Brown, casi en diagonal a la sucursal del Supermercado «La Proveeduría» de Km. 8.
Según la información policial, en un momento dado hizo su aparición una camioneta Ford Ranger doble cabina color verde oscura y con sus vidrios totalmente polarizados, aunque podía verse que el conductor llevaba un acompañante. De lado del acompañante, bajaron el vidrio y desde una distancia prudencial, efectuaron al menos media docena de disparos, todos dirigidos a la humanidad de Piñeiro.
Dio la casualidad que un móvil policial de la Comisaría de Km. 8 andaba a unas dos cuadras y escucharon los disparos y llegaron para percatarse del momento justo en que la camioneta con los agresores escapaba a gran velocidad por diversas arterias. A todo esto se solicita de urgencia una ambulancia al lugar ya que la víctima había sufrido al menos dos heridas de los impactos de bala, mientras se iniciaba una persecución por la ruta provincial 39 y se alertaba a sus pares de barrio Próspero Palazzo ya que a esa dirección se dirigían.
Primero por la avenida Itallo del ¨Oro que se une con la avenida Juan José Paso -ambas ruta 39- hasta llegar al barrio Petrolero y en Juan José Paso y la calle Pedro Zeni, lograron interceptar la Ford Ranger verde oscura, aunque se sospecha que una o dos cuadras antes habría descendido el acompañante y solo se encontraron con el conductor.
Para sorpresa de los sabuesos policiales, se trataba de un sujeto con peligrosos antecedentes penales, entre los que figuran agresiones con armas de fuego, tenencia de armas de guerra, Infracción a la Ley 23.737 (Estupefacientes) y otras causas.
Se trataba de Francisco A. Rubilar, de 39 años, cuya camioneta doble cabina con vidrios polarizados y patente FWO 989 sería precintada, ya que se sospechaba que debajo de uno de los asientos escondían un arma de fuego que podría tratarse de una pistola calibre 32.
No quiso denunciar
Lo que parecía una tentativa de homicidio por parte del anónimo acompañante de Rubilar, se convertiría solamente en un abuso de armas y también para sorpresa de los investigadores policiales, lesiones leves para una víctima que tras salir del Hospital Regional donde fue asistido, se apersonaría en la guardia de la Comisaría de Km. 8 manifestando que no pensaba radicar denuncia alguna.
Ante tales circunstancias los sabuesos policiales no se extrañaban, tal como ocurrió meses atrás con otras dos víctimas mortales, que en los próximos tiempos ocurran otros hechos similares que naveguen en el mar de la confusión y los códigos que manejan individuos vinculados a determinadas actividades ilícitas.
Fuente: Diario Crónica