María y Carlos viven detrás de la estación de servicio Eureka. Hace 28 años arribaron como cuidadores, aunque con el transcurso del tiempo murieron los dueños del lugar, quedando ambos ancianos desamparados y sin un sueldo.
Los hijos de los dueños del lugar aparecieron luego de 28 años donde María y Carlos permanecieron allí cuidando el sector. No lo hicieron con respeto ni para dialogar, ya que acudieron con un escribano que los intimó para abandonar la casa en 10 días.
Carlos tiene 90 años y es sordo y ciego. María, de 76, padece Parkinson. Ambos llegaron hace 28 años al lugar como cuidadores, aunque luego de la muerte de los dueños del sector, decidieron quedarse.
Fueron años duros donde quedaron desamparados y sin un sueldo, explicaron sus familiares en comunicación con Comodoro24. “No queremos que ellos queden en la calle, queremos que los reubiquen porque vinieron con un escribano haciéndoles una intimación de que tienen que abandonar en 10 días”, pidieron encarecidamente.
Asimismo, mencionaron el maltrato que ha sufrido la pareja de ancianos, ya que “les han quemado sus colchones, les han tirado todas sus cosas. Ellos trabajaron 28 años en condiciones de abandono. Nunca les dieron materia prima, nunca cobraron un sueldo”.
Además sobrinas de los ancianos señalaron que también los herederos de apellido Güil, les han cortado el gas sin importar el frío que pudieran llegar a pasar María y Carlos.