La opinión de los encuestadores sobre el posible destino del votante de Macri desilusionado: Mientras el Gobierno da inicio a las negociaciones con el FMI para un auxilio financiero, en un clima de incertidumbre y ante la caída de la imagen de Mauricio Macri, analistas políticos y encuestadores analizan hacia donde podría migrar el ciudadano desilusionado con el Gobierno, que según todos los sondeos viene creciendo.
En el Gobierno creen que recuperaron la iniciativa con el anuncio de Macri sobre el acuerdo con el FMI, pero admiten que la maniobra le puede costar la reelección.
Es que temen que el votante de clase media desilusionado con Macri lo abandone, no como una decisión ideológica sino como una consecuencia del bolsillo, que ante el probable ajuste que impondrá el FMI podría extender el mal clima económico hasta el año que viene.
Encuestadores coinciden en que crecen los ‘indecisos’ pero que la mayoría de los votos que pierde Macri podrían trasladarse al peronismo ‘racional’, aunque aún no hay un candidato que los pueda capitalizar
El consultor Hugo Haime dijo al sitio web La Política Online que está claro que hay una pérdida de votos del Gobierno, pero opinó que hoy en día esos votos están «en el aire» y dependerá de la oposición poder armarse como una propuesta atractiva para que un candidato los pueda capitalizar.
El analista Ricardo Rouvier coincidió en que sus mediciones hasta el momento indican que los que crecen son los «indecisos», quienes no saben qué alternativa van a votar.
Para Haime, teniendo en cuenta que la oposición está fraccionada en un sector mínimo de la izquierda, otro del kirchnerismo y un tercero del peronismo no kirchnerista que aún «está naciendo», sería más probable que vayan a un candidato de este último espacio, aunque la población «todavía no tiene claro quiénes son y en qué se diferencian del Gobierno».
En ese sentido, el consultor opinó que el Gobierno podría mantener la base de 30 puntos que sacó en primera vuelta en 2015, pero los que se le sumaron en segunda se podrán fugar. «Hoy en día, los 12 o 13 puntos que le llegaron de Sergio Massa ya se fueron», lanzó.
Por eso, Haime consideró que la mayoría de los votos podrían irse para ese sector peronista no K en el que -según evaluó- Massa sigue siendo el dirigente más reconocido, seguido por otras figuras como el salteño Juan Manuel Urtubey. Pese a que comenzó a sonar el nombre de Schiaretti, consideró que el cordobés «aún no demostró que quiera armar una propuesta para una candidatura nacional».
«Hoy hay un espacio que deja vacío el Gobierno para que la oposición se construya. Hay tiempo para que se construya. Ese peronismo no K tiene gran oportunidad», evaluó Haime y explicó que en los últimos días quedó claro que «el peronismo racional, federal, decidió pasar a la oposición, si no, no estaría dando el debate por las tarifas».
En ese sentido, Rouvier opinó que aún no apareció quien pueda capitalizar los votos, que no van a una figura clara. «Puede ser que dentro de unos meses, después del Mundial -hay que ver cómo evoluciona la crisis- aparezca una figura nueva, porque Cristina Kirchner tiene un techo y para muchos sería una última instancia que hoy no entra en sus cálculos», explicó.
Si bien consideró que Urtubey podría ser una de las figuras nuevas que se instale en el escenario nacional, deslizó que aún le falta posicionamiento. «Podría llegar a entrar pero todavía no está en la cabeza de la gente, mismo caso de Schiaretti, aunque está muy centrado solamente en el peronismo cordobés».
«La respuesta hoy sería que la gente lo que está eligiendo es votar por el ‘no sé’. Un voto indeciso», insistió y dijo que la particularidad de lo que sucede es que la caída de Macri también está arrastrando a la gobernadora María Eugenia Vidal.
«En nuestro informe de abril ya pusimos que perdía puntos y ahora más.Igual no cae en la misma velocidad ni en la misma proporción que Macri, ella está blindada, aunque ya no al 100%», dijo a LPO.
Como dio cuenta este medio, desde la asunción de Cambiemos se abrió un debate en el Gobierno entre el ala de Emilio Monzó, que quería llegar a un acuerdo con el peronismo de los gobernadores y el sector de Marcos Peña que buscaba mantener vigente la «grieta» polarizando con el kirchnerismo, ante el riesgo de que una propuesta peronista de centro, rebase a Macri en un eventual ballotage.
Lo que se discutió en definitiva es sobre la necesidad y el riesgo para el Gobierno que ofrecía la posibilidad de contribuir a una modernización del peronismo para darle al actual proceso un punto de salida dentro del mismo sistema. Hoy, con el gradualismo liquidado por el acuerdo del FMI sobre la mesa y sus previsibles imposiciones de mayor ajuste, la decisión de ese acuerdo está más en el campo del peronismo dialoguista que deberá calibrar bien hasta que punto le suma, ahora que ya no parece tan garantizada la reelección de Macri.