El juez en lo Comercial Javier Cosentino decretó hoy la quiebra de Oil Combustibles, la petrolera propiedad de Cristóbal López, una medida que ya había sido anticipada esta semana a sus trabajadores. La quiebra se da luego del fracaso de un proceso de salvataje, en el que solo la empresa Trafigura, de capitales holandeses, se presentó como interesada y que luego desistió de la compra, al no poder dar precisiones sobre cómo se haría cargo de la enorme deuda de la empresa, que incluía una deuda preconcursal con la Afip de más de $ 17.000 millones.
Ahora, se abre una nueva etapa, donde se espera que aparezcan varias compañías interesadas en la petrolera, cuyo principal activo es su refinería en la ciudad santafecina de San Lorenzo y una red estimada en 200 estaciones de servicio, aunque más de la mitad ya solicitaron rescindir sus contratos. El juez otorgó un plazo de 72 horas para que las firmas interesadas en la adquisición de Oil presenten sus propuestas. Hasta ahora, trascendieron los nombres de YPF y Trafigura como las principales candidatas.
La quiebra de Oil fue definida por el propio juez como un proceso peculiar por su “complejidad y trascendencia” y marcó como prioridad preservar las fuentes laborales y los temas ambientales relacionados con la falta de funcionamiento de la refinería. El juez dispuso la continuación inmediata de la explotación de la empresa durante 30 días.
Además, el próximo jueves 17 de mayo deberán presentarse en una audiencia Cristóbal López y Fabián De Sousa, que fueron los propietarios de la petrolera para brindar explicaciones sobre la composición del activo de la empresa quebrada. Los dos empresarios presos tras un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal que revocó una decisión de segunda instancia los obligó a cumplir prisión preventiva mientras la causa por administración fraudulenta al Estado avanza hacia la etapa de juicio oral y público.
También están citados Ignacio Rosner y Santiago Dellatorre, los titulares del fondo OP Investments, que habían intentado adquirir las acciones de la petrolera previo al concurso en una operación que nunca fue autorizada por la Justicia. Rosner y Dellatorre no podrán salir del país sin autorización del tribunal.
“No hay dudas, una mera revisión de la causa en suma a las medidas adoptadas y cumplidas ante tan drástico escenario no permiten otra salida, mal que pese, que proseguir con el cauce previsto dentro del ordenamiento concursal”, señaló el juez sobre la necesidad de decretar la quiebra.
“No desconocemos los efectos negativos que tiene la quiebra para los trabajadores. De ahora en más, el desafío es que la mejor oferta contenga a la mayoría de los compañeros y controlar hacia dónde va el negocio”, explicó a El Cronista, Héctor Brizuela, representante de los empleados de la petrolera.
El juez Cosentino se reunió el jueves pasado con unos 250 trabajadores petroleros en la refinería de Oil que permanece sin actividad en San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, donde también participaron varios funcionarios del Gobierno santafecino. El magistrado les aseguró que cuenta con fondos reservados para el pago de indemnizaciones en el caso de que los planes de negocios de las compañías no contemplen la continuidad del 100% de los trabajadores. “Son fondos de la propia concursada que tiene un embargo de la AFIP por $ 700 millones que al decretarse la quiebra, se liberan. Dentro de lo malo de la situación, es un buen dato”, explicó el dirigente gremial.
La refinería está parada desde fines de febrero y desde entonces, la empresa no cuenta con ingresos genuinos a lo que se sumó la decisión de las estaciones de servicio que integran su red de rescindir los contratos. En sus fallos, el juez insistió varias veces sobre el deterioro de los activos de la empresa.
