El inglés, que tuvo coronavirus a fines de 2020, terminó con fatiga y mareos leves la carrera en Hungría y fue atendido por el médico de Mercedes. El múltiple campeón reveló cómo vive después haber contraído el virus.
Terminado el Gran Premio de Hungría se lo vio cansado a Lewis Hamilton, algo que llamó la atención porque el inglés cuida mucho su físico. Sin embargo, el séptuple campeón mundial aseguró que los síntomas son algunas secuelas de su infección de COVID-19 que tuvo en diciembre de 2020.
El británico que corre con Mercedes terminó tercero en el Autódromo Hungaroring y luego saltó a la segunda posición tras la descalificación de Sebastian Vettel. Cumplió con las declaraciones en vivo post carrera, pero en el podio no se lo notó con mucho ánimo. Al principio sus detractores pensaron que era un enojo por no haber podido lograr su centésimo triunfo en la F1. Pero luego se conoció la verdadera historia.
“Lewis Hamilton está en estos momentos viendo al médico del equipo tras sufrir fatiga mareos leves”, señaló Mercedes en su cuenta oficial de Twitter después de que el inglés abandonó rápido la celebración en el podio y no acudió a la conferencia de prensa comparecencias ante los medios.
“Me mareé en el podio y veía un poco borroso”, confesó Hamilton. “He estado luchando todo el año para mantenerme sano después de lo que me sucedió a finales del año pasado y todavía es una batalla”, añadió el británico en referencia al COVID-19, que lo obligó a faltar en el Gran Premio de Sakhir, la segunda fecha que tuvo Bahréin en 2020, cuando fue reemplazado por su compatriota George Russell.