La tasa de desempleo cayó al 5,7% en el tercer trimestre desde el 6,2% y aunque se espera una recesión, el desempleo no se incrementaría en gran medida el próximo año, según un informe de Ecolatina.
El desempleo informado por el Indec tocó mínimos históricos y se trata del más bajo desde 2003. Sin embargo, en 2024 se abrirán varios frentes que afectarán al mercado laboral, indica Infobae.
Siguiendo con el informe de Ecolatina, la fuerte pérdida del poder adquisitivo, sobre todo en los primeros meses del año, propiciará un aumento de la participación en el mercado de trabajo: más gente buscará empleo para apuntalar los erosionados ingresos familiares.
“Al mismo tiempo, la fuerte recesión seguramente acarreará pérdida de empleo formal en algunos sectores, especialmente aquellos más dependientes de la demanda interna -dentro de los cuales estaría la construcción, producto de un creciente costo en dólares y la eventual parálisis en la obra pública-. Además, las perspectivas podrían complicarse en aquellos sectores productivos que dependen en mayor grado de la protección, que podrían sufrir más como consecuencia de una apertura comercial”, indicó la consultora en su informe.
“Sin embargo, esta nueva potencial masa de desocupados no implicará necesariamente un sustancial incremento en el desempleo. Incluso en un escenario crítico, es de esperar que parte de la pérdida de empleo formal migre hacia puestos de trabajo informales y cuentapropistas, caracterizados por ser de menor calidad. Este cambio, si bien no es deseable, puede ser un factor que contenga el incremento del desempleo, que subiría a la zona del 8%”, aclaró.
“Pese a esto, la amenaza del desempleo y esta transición a una menor calidad del empleo puede ser un efecto no menor a la hora de moderar las demandas salariales durante los próximos meses. Si bien esto ayudaría a evitar una espiralización nominal, el costo sería el de una mayor recesión y caída del poder adquisitivo”, agregó.
Al respecto, el Índice de Salarios de octubre aumentó 8,3%, ubicándose en el mismo nivel que la inflación de ese mes.
Aún así, en términos interanuales, mientras que la inflación alcanzó el 142,7%, la variación de salarios fue del 139,1% anual. Por ende, los salarios reales registraron una caída del 1,5% frente a octubre de 2022. Con este dato, registra resultados negativos en 15 de los últimos 16 meses, indicó ACM en un informe.
En lo que respecta al acumulado anual, hasta el décimo mes del año, los salarios experimentaron un aumento del 112,8% mientras que la inflación alcanzó el 120%. En este período, el sector no registrado fue el más perjudicado ya que vio disminuido su poder de compra en 16,1 por ciento.
En este marco, Ecolatina aseguró que las principales características del mercado laboral no se modificarán con el cambio de gobierno. “Habrá más gente trabajando o buscando hacerlo para complementar los magros ingresos y el empleo seguirá bajando su calidad, ya que es posible que trabajadores formales pasen a la informalidad o el cuentapropismo. Las reformas en pos de la flexibilización del mercado de trabajo podrían ser un aliciente que terminen representando una mejora en la formalidad, pero su efecto deberá esperar a que la economía vuelva a crecer”, concluyó.
En la misma línea, la consultora LCG proyectó: “Para este 2023 esperamos que la oferta laboral se mantenga en máximos a partir de la necesidad de los hogares de complementar ingresos dada la caída del poder adquisitivo de estos últimos meses”.
“Por otro lado, el escenario de administración de las restricciones atenta directamente contra la inversión y la actividad y, por ende, contra la creación genuina de empleo. En este contexto, no esperamos grandes cambios, salvo el crecimiento vegetativo, sin el acompañamiento de una creación de empleo paralela. Esto podría imponer una suba de la tasa de desempleo, que estimamos volverá a acercarse al 7% para el resto del año”, agregó.