Ruanda se destaca internacionalmente, incluso entre otras naciones africanas, como un ejemplo de gestión contra el coronavirus, con 322 muertos y una población de 12,6 millones de habitantes.
Según publica Infobae Ruanda confirmó su primer caso de COVID-19 el 13 de marzo de 2020 y, desde entonces, acumula alrededor de 24.000 casos, de los cuales 22.000 corresponden a pacientes recuperados y 322 fallecidos, de una población de 12,6 millones de personas.
¿POR QUÉ HA TENIDO ÉXITO UNA DE LAS NACIONES MÁS POBRES DEL MUNDO?
De acuerdo a Agnes Binagwaho, ex ministra de salud de Ruanda, “el sentido occidental de la democracia ha fracasado totalmente, y COVID es la prueba de ello. Esos países donde alguien dijo que no se necesita una mascarilla o barbijo, es mentira, lo saben, la ciencia lo ha demostrado, pero lo dicen por razones políticas, por egoísmo. La política es un arma mortal”.
Desde el comienzo de la pandemia, todos los ruandeses diagnosticados con COVID positivo fueron llevados a un centro de tratamiento para su seguimiento. “Esto ha ayudado a mantener el número de muertes en los niveles más bajos”, explica el doctor Nsanzimana.
El despliegue de ocho “robots médicos” también ha jugado un papel novedoso en el esfuerzo de la nación para controlar el virus y proteger a los trabajadores de la salud. Los robots ayudan a medir varios signos vitales de los pacientes infectados, les sirven comida y limpian los hospitales. “Todavía tenemos estos robots en el aeropuerto controlando la temperatura y si la gente usa tapaboca”, amplió el doctor Nsanzimana.
Sin embargo, el enfoque de Ruanda de su estrategia pandémica también ha atraído importantes críticas de grupos como Human Rights Watch, que han condenado las “tácticas autoritarias del gobierno para hacer cumplir las medidas de salud pública”.
Se pidió a los líderes de las aldeas que identificaran a las personas de sus comunidades en mayor riesgo y recibieron fondos del gobierno para proporcionar suministros. “Eso significa que lo peor que te puede pasar es morir por el virus”, soslayó Binagwaho.
El gobierno de Ruanda implementó protecciones financieras, incluida la congelación de préstamos bancarios y la detención de los desalojos de inquilinos por parte de los propietarios.
Un plan de seguro médico comunitario también cubre a la mayoría de los ruandeses. En relación a la vacunación y bajo la iniciativa COVAX, Ruanda recibió sus primeros envíos de casi 350.000 dosis de la vacuna AstraZeneca-Oxford a principios de marzo.