El triunfo del candidato republicano Donald Trump facilitaría mayores inversiones para el país por la nueva sintonía política, así como facilidades para conseguir un acuerdo más conveniente para la Argentina en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hay, sin embargo, un costado desafiante para el país tras el triunfo del republicano: de aplicar la política proteccionista que prometió durante la campaña, se podrían complejizar las exportaciones al país del norte, y se enfriaría la economía mundial por un recrudecimiento de la guerra comercial con China, indica La Nación.
Según el analista y consultor en negocios internacionales Marcelo Elizondo, el comercio internacional se intensificaría entre países “amigos” (friendshoring) más allá de que estén cerca geográficamente (nearshoring). La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) señaló en diciembre pasado que, si bien en volúmenes el comercio internacional en el planeta no desciende, los flujos entre los principales mercados están variando considerablemente.
En los últimos dos años medidos (2022 y 2023), los intercambios comerciales entre países alineados geopolíticamente han crecido más de 6%, mientras que entre países menos amigables, han decrecido más de 4%.
“Hoy el mundo no aspira a tener universalismo global, sino alianzas entre amigos, y me parece que ahí hay probablemente un potencial de vínculo bilateral más estrecho. Ahora, yo lo veo más por el lado de la promoción de inversiones de los Estados Unidos en la Argentina, que por el lado de la apertura comercial. En la agenda de Trump hay más promoción de inversiones que promoción de comercio, y me parece que en la agenda de Javier Milei, también. Milei está más preocupado por recibir inversiones extranjeras que por abrir mercados, así que ahí yo veo por ese lado el friendshoring”, explicó.
En materia de comercio e inversiones, Estados Unidos es el tercer socio de la Argentina en el planeta, mientras que en materia de financiamiento es el protagonista mayor.
En tanto, en materia de inversión extranjera directa, es el mayor emisor hacia el país. Más allá de la relación bilateral, hay aspectos sistémicos relevantes en el vínculo. Estados Unidos es el principal emisor de financiamiento del mundo y el mayor socio en el FMI (son suyos el 16% de los votos), por lo que el estado del vínculo influye en las relaciones con los mercados voluntarios de deuda y en la fluidez del vínculo dentro de organismos multilaterales.
Javier Timerman, socio y cofundador de Adcap Grupo Financiero, dijo que hay tres formas en que un gobierno estadounidense puede impactar sobre el país: a través de las relaciones políticas al más alto nivel, entre presidentes; a través de las relaciones entre las segundas o terceras líneas, que sería la burocracia; y, por último, a partir de las políticas que cada candidato puede implementar y sus efectos sobre la Argentina.
“Trump va a llevar a cabo políticas más proteccionistas fortaleciendo al dólar. Va a bajar impuestos y va a forzar a la Reserva Federal (FED) a poner tasas altas. Esto no le conviene a la Argentina porque la hace poco competitiva. Nos va a costar competir con Brasil, porque Brasil tiene una moneda que se va a debilitar frente a un dólar fuerte y la Argentina no se puede dar el lujo de devaluar”, puntualizó.
Por último, el exrepresentante ante el FMI por la Argentina, Héctor Torres, dijo que el país va a tener un nuevo programa con el Fondo. “El Gobierno quiere un programa que empiece con un desembolso inicial importante, que sirva para levantar el cepo e intervenir en el mercado, defendiendo un tipo de cambio que el FMI considera atrasado (peso sobrevaluado). El Fondo, en cambio, prefiere un programa que contemple desembolsos pausados, que sirvan para apoyar las reformas estructurales que quiere realizar el Gobierno y que, sobre todo, termine reduciendo su exposición con la Argentina. Entiendo que esta es una posición compartida tanto por el personal técnico, como por la gerencia (Gita Gopinath) y por el directorio”, explicó.
Sin embargo, Torres cree que el resultado puede tener repercusiones en el Fondo. “Con el triunfo de Trump, Milei tiene mejores posibilidades de negociar un deal que haga que Estados Unidos imponga su influencia para ablandar las objeciones técnicas del FMI, lo que deja dos preguntas flotando en el aire. ¿Qué pedirá Trump a cambio? El alineamiento automático con Estados Unidos ya lo tiene y dudo que esté dispuesto a pagar por algo que ya tiene. ¿Qué nos pedirá Trump a cambio de usar su influencia para ablandar los reparos técnicos del FMI? Lo ignoro, pero veo complicado que el FMI acepte hacer un desembolso inicial importante como el que le hizo a Macri en 2018″, cerró.