Se trata del Banco Mundial de Semillas, que tiene casi todas las variedades del mundo y está situado en una isla remota.
Quizás alguna vez escuchaste hablar del Banco Mundial de Semillas, o mejor llamado la “Cámara del fin del mundo”, un búnker que guarda dentro todas las variedades de semillas del mundo.
Fue puesta en funcionamiento en 2008 y tiene el objetivo de resguardar más de un millón de semillas de diferentes especies.
Construida para soportar desastres naturales y hasta impactos de bombas, su propósito es almacenar todo tipo de semillas de manera que ante cualquier situación de emergencia que corra el mundo, tener al alcance este recurso “para volver a empezar”.
Las muestras permanecen guardadas en estanterías repartidas en grandes galerías que se internan cien metros en el corazón de una montaña cubierta de hielo y permafrost, en la remota isla de Spitsbergen, en el Ártico noruego.
Cerca de 87 bancos de germoplasma usan la cámara como almacén para sus semillas, procedentes de multitud de países y de las tribus ancestrales.