El hermano del exentrenador campeón del mundo con la selección argentina brindó detalles sobre el estado de salud de Carlos Salvador Bilardo, quien hoy lucha contra el síndome de Hakim-Adams. Además, reveló qué equipo quiere que salga campeón de la Libertadores “el Narigón” y contó sobre el único abrazo que se dieron en toda su vida los hermanos Bilardo.
Carlos Salvador Bilardo es un símbolo del fútbol argentino. Campeón del mundo con el seleccionado en 1986, quedó para siempre en los corazones de los argentinos.
Por esto es que cuando le diagnosticaron síndrome de Hakim-Adams –una enfermedad degenerativa- en 2017, despertó la preocupación de todo el mundo del fútbol.
Desde entonces, el “Doctor” pasó por clínicas y geriátricos, pero ayer volvió a su casa. “Hace un mes que lo sacamos a Carlos de la clínica y está en su casa. Hay momentos en que se pierde un poco, cambia las fechas, pero come, camina, se baña, siempre hay un enfermero para ayudarlo. Esto a Carlos le cambió la vida, vivía de noche. Ahora hace una vida normal, antes hacía todo al revés. Ahora lo podemos visitar por lo menos, es todo más fácil», explicó su hermano Jorge Bilardo en diálogo con Radio Villa Trinidad.
Si bien “el Narigón” no pierde la costumbre de mirar fútbol todo el tiempo que puede, su círculo íntimo decidió no ponerlo al tanto de las malas noticias de algunos amigos. “No le contamos nada de la enfermedad de Diego (Maradona); tampoco cuando falleció (Oscar) Malbernat y el Tata Brown. ¿Para qué le vamos a contar? Se va a poner mal y es peor”, argumentó Jorge, quien indicó que el Narigón está permanentemente acompañado por “un enfermero que lo asiste» y que realiza “los trabajos de kinesiología para rehabilitarse”.
Además, el hermano del “Doctor” dio a conocer qué equipo desea Bilardo que se quede con el máximo certamen continental: “A Carlos le gustaría que Boca gane la Copa Libertadores, por Miguel Ángel Russo. Carlos lo conoce desde los 18 años. Miguel es un tipo excepcional, bárbaro”.
Por último, Jorge contó la conmovedora anécdota del único abrazo que se dio con su hermano en su vida. Y tiene ligazón con el gran hito de la carrera de entrenador del Doctor: la final del Mundial de 1986 ante Alemania, que Argentina ganó 3-2. “Cuando Carlos salió del vestuario después de ser campeón del mundo nos abrazamos muy fuerte; nunca nos habíamos abrazado en nuestras vidas. Fue el primer y único abrazo que nos dimos”, cerró.