Un informe de la consultora internacional Hart Energy que a su vez cita datos de Rystad Energy, otra consultora, y entrevistó al ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro, estimó que hacia 2030 Vaca Muerta podría llegar a producir 1 millón de barriles de petróleo por día, más del triple que los 323.000 barriles que produce actualmente esa formación de hidrocarburos “no convencionales”.
“Vaca Muerta es posiblemente el mejor prospecto shale fuera de EEUU; representa una oportunidad que cambia el juego (game changing) y podría convertir a la Argentina es un gran exportador de petróleo y gas por gasoducto al Cono Sur y de petróleo y Gas Natural Licuado (GNL) a los mercados mundiales”, dice el informe, editor gerente de Hart Energy para América Latina.
Según el informe, los progresos en la producción de gas y petróleo en la Argentina en los últimos años han sido “impresionantes”, pero continuarlos dependerá de que el país “supere los numerosos vientos de frente” en su economía, sus finanzas y su infraestructura. Todos esos problemas, dice, están atados a “incertidumbres políticas; si el presidente electo, Javier Milei, un economista con dos masters, puede cambiar eso es algo que aún está por verse”.
“Sin Vaca Muerta, la Argentina habría necesitado importar hidrocarburos y energía por USD 20.000 millones en 2023, y como no los tiene, el país ya se habría paralizado por falta de energía” (Alejandro Monteiro, ministro de Energía de Neuquén)
Sin Vaca Muerta, la producción petrolera argentina sería la mitad y la de gas un tercio de lo que es actualmente, dice el informe, citando a Monteiro. Según el ministro neuquino, sin Vaca Muerta, la Argentina habría necesitado importar hidrocarburos y energía por USD 20.000 millones en 2023, y como no los tiene, el país ya se habría paralizado por falta de energía. Por eso, dice Monteiro, la importancia de Vaca Muerta puede verse “a través de todo lo que dejamos de importar y de lo que podemos exportar y los dólares que eso le genera al país”.
El camino hacia el millón
La proyección es que Vaca Muerta superaría el millón de barriles por día hacia 2030, un salto de más del 200% respecto de los 323.000 con que terminaría en promedio este año, extrapolando los datos conocidos hasta julio, período en el que Vaca Muerta explicó 51% de la producción de petróleo y 65% de la producción de gas de la Argentina.
Cabe acotar que según datos oficiales, la producción total de petróleo de la Argentina (en todas las cuencas) promedia en 2023 los 662.000 barriles por día, un aumento del 13,7% respecto de los 582.000 barriles por día en 2022. Además, pese al fuerte aumento de la producción de la cuenca neuquina, la producción petrolera total del país está aún por debajo del récord de 858.000 barriles diarios alcanzado en 1998, hace ya un cuarto de siglo.
La proyección de cómo podría Vaca Muerta llegar a producir un millón de barriles diarios de petróleo hacia 2030
Las proyecciones acerca de la producción de Vaca Muerta podrán cumplirse solo si la inversión y la disponibilidad de equipos de producción no limitan el crecimiento, dice Alexandre Ramos Peon, jefe de investigación sobre shale de la consultora especializada Rystad Energy, citado en el informe de Hart. Si la producción aumenta, también lo hará el perfil de Vaca Muerta y su posición mundial en materia de shale oil, señala.
De hecho, un gráfico del informe (ver más abajo) compara favorablemente los resultados y el potencial de Vaca Muerta con los desarrollos shale en dos zonas de la Cuenca Permian (Midland y Delaware) y en las cuencas Bakken, Eagle Ford y DJ, todas de EEUU, país que inició y encabeza la “revolución del shale”, que le permitió convertirse en el principal productor mundial de petróleo y uno de los principales exportadores mundiales de Gas Natural Licuado (GNL), por vía marítima.
“Alcanzar un umbral de un millón de barriles diarios sacará a la Argentina de su caída productiva de más de una década, reduciendo su dependencia de importaciones para convertir en un jugador clave a nivel regional y global”, dice el informe.
Comparación del potencial y rendimiento de Vaca Muerta en relación a cuencas similares de EEUU, iniciador y líder de la revolución del shale
¿Hay equipos?
La disponibilidad de equipos de producción es uno de los principales limitantes del aumento de producción y se debe a la aguda escasez de dólares. A propósito de eso, un reciente informe del Instituto Argentina del Petróleo y el Gas (IAPG) de título muy explícito (“¿Qué Necesitamos para exportar Energía?: Un Cambio de Modelo”) muestra que la cantidad de equipos de perforación activos en la cuenca neuquina era de 37 hacia octubre pasado, contra 50 que llegó a haber en julio de 2019.
El aumento de la producción de Vaca Muerta durante el actual gobierno se debió en gran medida al mayor conocimiento geológico y técnico que adquirieron las operadoras y a la mayor productividad de los pozos en operación, pero podría ser superior si no hubiera limitaciones a la provisión de insumos y equipos y al aporte de capital.
Para el escenario de un millón de barriles por día en Vaca Muerta hacia 2030 Ramos Peon, el experto de Rystad, supone que los nuevos pozos que empiecen a producir en los próximos años tengan los mismos resultados de las operaciones de fractura (fracking) que el promedio de los iniciados entre 2021 y 2022, que la producción de petróleo de los pozos de gas sea mínima y que las inversiones de capital necesarias estén aseguradas hasta 2030, según el experto de Rystad.
El informe del IAPG muestra la declinación del número de equipos de perforación, que limita la producción de gas y petróleo
El experto también asume –prueba de lo detallado del estudio- que los operadores adoptarán extensiones laterales de las operaciones de fracking de hasta dos millas (poco más de 3.200 metros); que no habrá recaídas en la industria petrolera, ni pandemias globales ni problemas macroeconómicos significativos ni malestar político en la Argentina hasta 2030
Y de gas, también
En cuanto al gas, Hart resalta –en base a otro informe de Rystad- que la dinámica del comercio gasífero en Sudamérica –en especial entre Argentina, Brasil y Bolivia atraviesa un “cambio dramático”, caracterizado por la declinación de la producción boliviana y el aumento de la producción Argentina y en la formaciones offshore Presalt y del Margen Ecuatorial de Brasil.
En cuanto a las exportaciones de gas de la Argentina, cita los planes de la petrolera de mayoría estatal YPF y la petrolera estatal malaya Petronas para construir una planta de GNL en la costa atlántica que con la producción de Vaca Muerta podría llegar a una capacidad anual de 25 millones de toneladas anuales.
Hart, sin embargo, cita que Monteiro, el ministro neuquino, no cree que la planta que proyectan YPF y Petronas esté disponible antes de 2030, pero que entre 2026 y 2027 sí podría haber una estación flotante capaz de abastecer exportaciones de GNL por barco.
El informe recuerda también que la Argentina es el segundo país del mundo en reservas de shale gas, con 802 billones (millones de millones) de pies cúbicos del hidrocarburo, solo detrás de China, que tiene casi 40% más.