Una madre de foca monje en peligro de extinción y su cría están recibiendo mucha seguridad en la playa de Kaimana de Hawai, incluyendo protección policial las 24 horas del día y una valla para mantener alejado al público, precisa Clarín.
Según el Departamento de Territorio y Recursos Naturales de Hawai, los funcionarios cerraron la playa después de que la foca y su cría llegaran a tierra para su período de lactancia.
El departamento dijo que «se levantó una valla temporal» para proteger a la foca y a su recién nacido, y a los turista «se les indica a utilizar otras zonas.» También habrá presencia policial las 24 horas del día en la playa para proteger a las focas, dijo Jason Redulla, jefe de la división de conservación y aplicación de recursos, durante una conferencia de prensa.
La protección permanecerá activa durante el periodo de lactancia de las focas, que dura entre cinco y siete semanas, añadieron las autoridades.
El departamento también compartió algunas fotos en Facebook de las focas, incluida una del cachorro amamantándose y abrazándose en la arena. Una foto muestra una señal en la valla temporal que advierte a los civiles de interactuar con la foca o su cachorro.
Se considera que las focas monje, especialmente las madres, son «muy protectoras con sus cachorros» y tienen un historial de comportamiento agresivo hacia los nadadores, dijeron las autoridades.
Se considera que la foca monje de Hawai es una de las especies de foca más amenazadas del mundo, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, con una población estimada de sólo 1.570 individuos. La pérdida de hábitat, la depredación y la interferencia humana han contribuido a poner en peligro a la foca.