En el gobierno señala que antes de avanzar con la discusión sobre el precio sostén del petróleo hay que esperar a que el valor internacional del crudo se estabilice. Mientras tanto, refinadores y productores no integrados no se ponen de acuerdo sobre cuál debería ser el precio doméstico del crudo. Unos piden un techo de 45 y otros un piso de 50 dólares.
Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificara como pandemia global la expansión del covid-19 y las potencias endurecieran las medidas para enfrentar al coronavirus, el precio del petróleo cotizó ayer nuevamente hacia la baja tras el leve rebote del miércoles. El Brent se pagó en la banda de los 32 y 33 dólares, con una caída del 7%.
Nadie se anima a pronosticar qué sucederá con el precio en los próximos días. Allegados a la Secretaría de Energía admiten que, frente al caos, lo mejor es esperar a que con el paso de los días se visualice una tendencia más o menos establece. Antes de avanzar con una discusión en serio en torno a qué hacer con el precio interno de los combustibles y del petróleo es necesario saber a dónde se estabilizará el precio internacional, explicaron las fuentes consultadas.
Aun así, lo concreto es que ayer se empezaron a cristalizar distintos intereses de las empresas frente a esa agenda que se viene. En concreto, la posición de empresas refinadoras y productoras sobre cuál debería ser el precio doméstico del petróleo es disímil. Los refinadores con YPF, Shell y Axion a la cabeza indicaron informalmente al gobierno que en función del nivel actual de los precios en surtidor de las naftas y gasoil y con el Brent en la banda de los US$ 35 sólo pueden reconocer a los productores un barril de 44 o 45 dólares.
Estos últimos , en cambio, cuestionan esos números y aseguran que el precio actual de los combustibles alcanza para que las refinadoras reconozcan un precio de compra de 50 y hasta 52 dólares.
La discusión no es menor: es por quién percibe entre un 10% y un 15% del negocio petrolero.
- ¿Sobre qué ejes se encauzará en las próximas semanas (no será un proceso corto) la discusión en materia de precio de los combustibles y del petróleo en el mercado argentino?
- En primer lugar, el gobierno deberá definir si decide sostener el precio actual de los combustibles, condición sine qua non para desplegar un esquema de precio sostén del petróleo para mantener el nivel de actividad en los yacimientos hidrocarburíferos. Si bien el lunes el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, estableció licencias no automáticas para la importación de crudo a fin de “defender la producción local de petróleo” y sus voceros adelantaron que el gobierno convocará en los próximos días a petroleras para avanzar en medidas que permitan sostener el nivel de inversión en el upstream de hidrocarburos, habrá que ver qué sucede si el precio internacional sigue en baja (el Brent cerró hoy cerca de los 33,30 dólares). Aún no está claro, según pudo saber EconoJournal, si todo el gabinete económico está dispuesto a mantener el precio de los combustibles en caso de que la tendencia en las próximas semanas arroja que el precio del crudo se establece en torno a los 30 dólares. Habrá que ver cómo evoluciona también la cotización del dólar, que sigue anclado en la banda de los 63 pesos como resultado del supercepo, pero la devaluación de las monedas regionales (en Brasil y en Méximo el dólar se apreció signifitivamente) podría incidir en una nueva corrimiento del peso argentino. Por eso, allegados a la Secretaría de Energía advierten que lo primero en este escenario es “esperar al menos 10 días antes de empezar a discutir qué hacer hacia adelante”.
- Esta semana la industria petrolera empezó a discutir informalmente cuál debería ser el precio interno del petróleo. Se debate sobre la base de que el precio de los combustibles permanezca invariante en surtidores. Es decir, que el gobierno no motorice una reducción por la caída del petróleo. Sobre ese escenario, el gobierno deberá definir junto con las empresas, provincias petroleras y sindicatos es cuál es el margen de refinación bruta que les corresponde a YPF, Axion Energy, Shell y Puma (Trafigura). Ese grupo sostiene que los precios actuales de las naftas y gasoil alcanza para reconocer un precio interno del petróleo de 44 dólares por barril. “Un 30% de los productos que salen de la refinería cotizan a según la evolución del precio internacional. Con el derrumbe del Brent, el precio de muchos sub-productos también cayó fuertemente”, explicó el director comercial de una de esas empresas. Los productores no integrados —Tecpetrol, Pluspetrol, Vista, Chevron, Sinopec y Capsa, entre otros— cruzan esa interpretación. Y cuestionan el margen del negocio que pretenden aplicar las refinadoras que, en el caso de YPF, ronda los 20 dólares por barril de crudo procesado. “Si el precio cae, el margen de rentabilidad también debe hacerlo”, señalaron desde una petrolera con base en Neuquén. Para los productores, el precio de las naftas que se cobra en la Argentina es suficiente para reconocer un precio base de al menos 50 dólares. “En enero, con estos mismos precios de los combustibles y el mismo tipo de cambio, recibimos 54 dólares por el crudo Medanito. Y en febrero, 52 dólares. Por qué ahora deberíamos percibir 44”, se preguntaron en otra petrolera. La pelea entre productores y refinadores es por quién se apropia de ese 10% o 15% del negocio que está en disputa.