El análisis semanal realizado por IDESA muestra que según el proyecto de Presupuesto, el pago de intereses de deuda crecerá 10% en términos reales durante 2019, los desembolsos por jubilaciones y pensiones aumentarán 1%, mientras la inversión pública subirá 5% lo que, corregido por inflación, equivale a una caída del 22%.
El pago de intereses de deuda crecerá 10% en términos reales durante 2019, los desembolsos por jubilaciones y pensiones aumentarán 1%, mientras la inversión pública subirá 5% lo que, corregido por inflación, equivale a una caída del 22%, según el proyecto de Presupuesto enviado por el Gobierno al Congreso.
Así surge del análisis semanal realizado por la consultora IDESA del borrador que comenzó a ser debatido en la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados.
«El rasgo más destacado es que se adopta la meta de déficit primario cero. Para llegar a este objetivo se proyectan ingresos que crecerían un 42% respecto de los estimados para el 2018, mientras que los gastos primarios lo harían el 25%», proyecta la entidad.
También estima que el déficit total, incluyendo pago de intereses, para el 2019 asciende a $600 mil millones, representando el 16% de los ingresos totales.
«Ante la gravedad de la crisis que se está enfrentando deja de ser prioritario dilucidar en qué proporción el fracaso es atribuible a errores en el diseño y la estrategia que venía aplicando el gobierno o a factores exógenos (sequía, Turquía, Trump)», considera el estudio.
Indica que «más conducente es analizar si el ajuste que plantea el gobierno responde al formato tradicional o tiene elementos distintivos que apuntan no solo a salir de la emergencia sino también a establecer las bases para un crecimiento sostenido».
Según los datos analizados por IDESA, la proyección de inflación que el gobierno hace para el 2019 es de 35% y los ingresos crecerán 7% más que los precios fundamentalmente por el aumento en las retenciones, la reducción de reintegros y la suspensión del cronograma que amplía el uso del impuesto al cheque como pago a cuenta de ganancias.
Advierte que el ajuste que impulsa el gobierno no tiene elementos muy diferentes a los que se aplicaron en el pasado.
«Un rasgo distintivo es que no se apela a ahorrar licuando haberes previsionales ya que se propone respetar la ley de movilidad previsional», señala la compañía –según publica Ámbito-.
Agrega que «la contrapartida son recortes mucho más fuertes en otros componentes de los gastos (fundamentalmente obra pública) y aumento en la presión tributaria».
«Aun así, si bien se lograría el equilibrio primario, el desequilibrio total seguiría siendo muy alto debido a los intereses. Esto implica que no se podrá evitar que se siga acumulando deuda pública y, por ende, incrementándose el pago de intereses», alerta la entidad.
En esa línea, afirma que «tanto por el lado de los ingresos como de los gastos la mayoría de las medidas son paliativos transitorios que van en contra de una estrategia de crecimiento sostenido».
Para reforzar los ingresos públicos se apela a impuestos muy distorsivos que desalientan las exportaciones, cuestiona la firma.
«Frente a la crisis, es mejor reaccionar que permitir pasivamente que se siga profundizando. Pero limitarse a un ajuste tradicional sin abordar medidas más ambiciosas e innovadoras en el ordenamiento del Estado tiene riesgos de repetir frustraciones», sostiene.