El impresionante «regalo» aparece como uno de los hallazgos más curiosos, teniendo en cuenta su tamaño y que lleva conservado por más de 200 años.
Muchos se preguntarán por qué es importante fosilizar la materia fecal de un ser humano y los científicos tienen la respuesta justa y necesaria ante esto.
Según informaron, el análisis logra que se puedan revelar características pasadas de los asentamientos vikingos de hace demasiados años atrás en York, inclusive los alimentos que consumían: carnes y granos de todo tipo. Esta comida dejaría en claro el motivo del impresionante tamaño de los históricos desechos.
Acorde a los estudios realizados, pudieron hallar dos tipos de parásitos intestinales, entre ellos, más de 100 huevos de tricocéfalos y gusanos, produciéndole a la persona todo tipo de dolores de panza, diarrea y derivados.
En detalles, los vikingos pasaban por momentos de mucha suciedad y una seria falta de limpieza.
Andrew Jones, quien es arqueólogo especializado en excrementos y parásitos, descubrió los increíbles restos y destacó que se trataba de «algo realmente emocionante».
Hace 19 años atrás, puntualmente en 2003, una de las personas que estaba visualizando el excremento fosilizado dejo caer la pieza, partiéndose en tres partes.
Los amantes de la historia y las curiosidades pueden acceder a este hallazgo en el museo del Centro Vikingo de Jorvik de la Ciudad de York, Inglaterra, en el interior de una caja cristalizada.
