Prepagas se agrupan por la situación “terminal” que sufren

Las empresas de medicina privada formaron la Unión Argentina de Entiades de Salud (UAS) para reclamar en conjunto al Estado. Aseguran que la situación que atraviesan es insostenible. Empresas de medicina prepaga se unieron en…

martes 07/05/2019 - 10:57
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Las empresas de medicina privada formaron la Unión Argentina de Entiades de Salud (UAS) para reclamar en conjunto al Estado. Aseguran que la situación que atraviesan es insostenible.

Empresas de medicina prepaga se unieron en una nueva cámara para aunar esfuerzos ante la situación “terminal” que atraviesan, según lo denunciaron.

Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical; Gabriel Barbagallo, gerente de relaciones institucionales de OSDE y Guillermo Lorenzo, vicepresidente de ADECRA presentaron la flamante Confederación Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS), que nuclea clínicas, sanatorios y hospitales de toda la Argentina.

En una presentación ante la prensa admitieron que el surgimiento «medio de apuro» de esta confederación es porque «el agua llegó hasta el cuello del Sistema de Salud argentino…y un poco más también. Es un último intento, un pedido de auxilio que ya hicimos de manera independiente y ahora nos unimos a través de distintas cámaras».

La UAS tiene como objetivo unirse, defender a las empresas más pequeñas y todos juntos darle más visibilidad a los problemas que, afirman, tienen «en coma y tambaleando», a un sistema de salud que colapsa. «Tiene como objetivo macro plantear desafíos más profundos a los que veníamos realizando hasta aquí. Hace 50 años que el sector está dominado por problemas estructurales que no han sido abordados por ningún gobierno. Directamente no existimos en la agenda de ninguna autoridad», exclama Belocopitt.

La Confederación UAS engloba a ADEMP, CIMARA, CEMPRA, ADECRA, ACAMI, CEDIM y FAOSDIR, las cuales hasta ahora cada una «tiraba para su lado, defendiendo sus propios intereses. No nos fue bien así, por eso es fundamental conciliar, es una responsabilidad como dirigentes que nosotros tenemos que encarar», concuerdan los disertantes.

Belocopitt quiere ser cuidadoso y separar la precarización de la salud de la coyuntura política. «No queremos politizar ni pecar de oportunistas. Simplemente buscamos plantarnos desde un rol de mayor fuerza, entendiendo que se trata de la salud, que nos afecta a todo. La salud no tiene precio, pero sí tiene costo, por eso queremos subrayar que se trata de una unión de cámaras, no de empresas».

Para llevar a cabo esta unión hubo que dejar de lado diferencias para buscar los intereses comunes «para sostener el área, que a nivel nacional está atravesada por graves problemas económicos», afirma Barbagallo. «Cuando se tiene una inconsistencia entre el ingreso y el egreso, empiezan los problemas aguas abajo. Si la inflación es del 10 por ciento y el gobierno nos autoriza un aumento del 7, comienza a formarse esta bola de nieve».

Belocopitt enfatiza en que «estamos en el momento más crítico de la salud, que el sistema está deteriorado, que es el momento mancomunarnos y de ver el problema que se extiende desde La Quiaca a Ushuaia todos juntos». «Ya han habido quiebres de sistemas de prepagos chicos y de sanatorios que cerraron sus puertas en el interior», acotan Barbagallo y Lorenzo.

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