
Con demoras de hasta seis meses para conseguir un turno médico en el sistema de salud privado, se profundiza un contraste acelerado por la pandemia : pese a las reiteradas subas en las cuotas de los planes medicinales, con un aumento del 8,9% que se aplicará en julio, cada vez más profesionales abandonan obras sociales y prepagas: la Confederación Médica de la República Argentina (Comra) estima que renunció más del 15%.
En consecuencia, por la menor oferta de prestadores, casi ocho de cada 10 afiliados deben buscar una alternativa fuera de su cartilla para atenderse. Así lo reveló un informe que realizó Wiri Salud, la red de salud con más de 10.000 médicos de 70 especialidades y más de 80.000 pacientes atendidos por mes, según desarrolla Agustina Devincenzi en un artículo para el medio El Cronista.
De acuerdo al relevamiento -que se realizó a partir del mayor número de pacientes que recibió la plataforma-, el 76% de los que tienen obra social o prepaga tuvieron que buscar un médico fuera de su cobertura debido a la falta de turnos, mientras que el 69% debió abonar un copago, ya que más del 35% redujo la cantidad de turnos en el último año.
Según el estudio, el 90% de los encuestados cree que el plazo para obtener un turno médico «no es razonable ni adecuado», en tanto el 92% experimentó «demoras significativas» y un 49% debió buscar un profesional fuera de su área de residencia. La firma, fundada en 2019, busca ser una opción ante los grandes competidores de la industria, con citas un 70% más económicas y un promedio de 48 horas de espera en la obtención de un turno.
En una prepaga reconocieron la situación. Hablan de un «achique» en las agendas de especialistas que atienden en consultorios, por lo que admiten las demoras que registran en entregar turnos, motivo por el que muchos pacientes desisten de tomar las consultas y prefieren volcarse a médicos particulares. «Por más que se intente comprimir o agregar sobreturnos, la limitación de tiempo impide atender a más gente«, reconocieron.
En otra prepaga, indicaron que salud mental -psiquiatría y psicología-, pediatría, clínica médica y oncología son las categorías más críticas, así como también los planes más bajos. Y si bien aclararon que es difícil precisar la cantidad de profesionales que migran al sistema privado, confesaron que el número «es alto», teniendo en cuenta que cobran hasta tres veces menos que si atienden por su cuenta y perciben los ingresos en un plazo de hasta 90 días.
En este contexto, crecen las quejas de los afiliados. En lo que va de 2023, aumentaron un 50% los reclamos en la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). El rubro es el cuarto más denunciado, detrás de instituciones financieras, telecomunicaciones y planes de ahorro de autos.
«Las cuotas suben todos los meses, pero cada vez brindan menos servicios. El tema se está poniendo peor, nos llegan reclamos de todo tipo. La gente debe pagar médicos particulares porque ofrecen turnos de acá a octubre o noviembre recién, no dejan hacer ciertos estudios más que una vez al año o limitan la realización de algunas prestaciones solo con previa autorización del profesional o el centro», describió Sandra González, presidente de la entidad, y apuntó que «no hay control de los organismos reguladores».
Desde la Superintendencia de Servicios de Salud (SST) -el ente que regula a las prepagas-, admitieron que existen complicaciones y señalaron que trabajan «para garantizar los derechos de afiliados de la seguridad social y verificar que se cumpla la normativa que los contemple».
Los motivos de queja son similares a los que recibe Defensa de las y los consumidores, dependiente de la Secretaría de Comercio. Negativa o falta de cobertura total de la prestación, cumplimiento parcial o defectuoso de la prestación o cobertura de la medicación prescripta, falta de procesamiento de baja del servicio y demora excesiva para el cumplimiento de la prestación figuran entre las principales causas.
Otro fenómeno que se da, y que los usuarios denuncian, es la decisión de médicos de continuar en la cartilla, pero cobrarle al paciente un valor diferencial en consultas y prácticas para alcanzar «un honorario decente». En ese sentido, según Comra, la renuncia de profesionales está relacionada a la crisis estructural del sistema sanitario.
«Los de más experiencia migran a países con mejores condiciones laborales y los que deciden quedarse abandonan obras sociales y prepagas. Muchos jóvenes no quieren cubrir los cargos por los magros salarios», plantearon desde la entidad, y agregaron que, en el actual escenario deficitario, parte del presupuesto para cubrir gastos sale de los honorarios profesionales.