Los comerciantes de Esquel están cada vez más preocupados. El kilo de asado ya se vende a 380 pesos y la demanda no para de caer. Por tal motivo buscan un acuerdo de precios.
Según publica el diario Jornada, la carne sigue subiendo de precio. Herman Torres, dueño de una reconocida carnicería en el centro de Esquel, indicó que en las últimas semanas el incremento osciló entre 25 y 27%. Lamentó que “debemos reflejarlo en los valores de los cortes en las góndolas, porque son aumentos muy importantes”. Advirtió que se acota la capacidad de compra del público, y a consecuencia de esa dificultad se evalúan alternativas para sostener la clientela.
El comerciante comentó que hay conversaciones con el frigorífico local, para tratar de encontrar un esquema de comercialización, que le sirva a la empresa, a su negocio y a los vecinos. Esta semana se podría definir un posible acuerdo para mejorar los precios.
Torres señaló que también trabaja en la alternativa de suscribir convenios con entidades de la ciudad, en cuyo marco otorgaría algunos descuentos en cortes de carnes, y facilitaría el débito.
Explicó que el acuerdo con el frigorífico dependerá en parte de la mercadería que pueda disponer la planta, que en definitiva marca los precios, en función de la demanda. En esto advirtió que en la zona cordillerana no se están produciendo carnes, lo que ha provocado que estén ingresando productos cárnicos hasta de Viedma (Río Negro), y a la vez que se disparen los valores en el mostrador.
La razón de la falta de producción en la región, dijo, es que el flete y el maíz que se transporta de provincias del norte tuvieron un incremento considerable, y el productor tiene que optar por terminar el engorde a campo, que tarda más, estimando que en abril podría haber carnes de establecimientos locales.
Para sorpresa, puntualizó que el asado es el corte más barato por estos días, por la baja demanda. “En mi local los viernes ya no vendemos mucho asado, porque la gente busca otras variedades como la carnaza, y nos lleva a tener un equilibrio al momento de definir los precios”. En su negocio el asado cuesta $ 380, y la carne picada $ 220. Pero la gran mayoría de los cortes supera los $ 300.
Otro facto incidente es la elevada carga impositiva. Torres precisó que sus costos fijos mensuales son de $ 300 mil. Mantiene los cuatro empleados porque el compromiso es mantener las fuentes de trabajo.